Capítulo 40.

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Much@s querian que cambiara esto, pero en el confesionario expliqué porque lo hago 💔

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Much@s querian que cambiara esto, pero en el confesionario expliqué porque lo hago 💔.

Milo.

Ada se mueve hábilmente mientras estoy dentro suyo dejándome hipnotizado con el piercing que rebota con ella.

—Joder, ratita —jadeo mientras me monta en su cama haciendola rechinar —Me hiciste mucha falta.

Solo se ríe a la vez que me besa agarrándome de las mejillas.

Medio me inclino de la cama para bajar las tiras de su bralette y darle atención a sus pechos.

Mi boca juguetea con sus rosados y erectos pezones haciendo que se encorve extasiada ofreciéndolos más.

Nuestros gemidos hacen eco en su habitación y estas son las ventajas de que Peter se retrase en su trabajo.

Sin despegarnos, de un movimiento la pongo boca abajo y continúo con las estocadas.

Encadena sus piernas en mi torso y sus manos se posan en mis glúteos, de repente me da una sonora palmada.

—Oye, eso es violencia intresexual.

—Cállate, que te encanta —jadea.

Y no refuto, solo me voy a sus labios mientras sigo arremetiendo y nuestro cuerpos chocan.

El sincronizado orgasmo llega contrayéndonos todo y caigo recostado en su pecho.

—¿Estás bien? —consulto cuando veo que respira pesadamente y su corazón es un loco tambor.

Asiente acariciando mi cabello que está humedecido con las gotas de sudor que surgieron por la acción anterior.

—Oye ¿ya sabes que vas a estudiar en la universidad, bonito?.

Pregunta repentinamente, no es un tema que quiera tratar porque no quiero pensar que seremos la típica pareja que solo dura lo que es la preparatoria y se separa al entrar a la universidad.

—Uh, tengo la carrera perfecta para mi, cirugía plástica.

Respondo con sarcasmo.

—Ah no, ni creas que dejaré que pongas tus manos en otro cuerpo que no sea el mío.

—¿Por qué no? Sería estrictamente profesional.

Me da otra nalgada con su otra mano.

—Vale, sabes que lo disfrutaré mucho...¿Qué te parece nutrición? Se me hizo muy interesante el tema y todo lo que hacen los lugares como en el que estuviste.

—Ok, eso me parece mejor....¿alguna otra carrera en mente?

—No se, déjame pensar y te aviso —le doy un beso en su hombro —lo único que tengo claro es que no importa en lo que me gradúe quiero que seas tu la que este allí aplaudiendo y que después de un día largo de trabajo me esperes en casa o en un buen restaurante para cenar juntos.

¿Quién enamora primero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora