Ada y Milo, amigos en la primaria, se separan cuando él tiene que mudarse inesperadamente.
Años después se reencuentran en la preparatoria y en medio de una apuesta que involucra a sus mejores amigos empezarán un romance con sucesos que pondrá a pru...
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Pido las respectivas disculpas antes de que comiencen a leer este cap 😢.
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Narrador Omnisciente.
Un día después.
Las jóvenes Adelaida Williams y Emily Masón disfrutan del camino a casa después de un tedioso día de preparatoria escuchando a twenty one pilots mientras el viento les alborota el pelo robándoles una que otra hebra que vuelan por la ventana del auto.
—Fue increíble, me llevó a una isla paradisíaca y nadamos en el arrecife —cuenta Ada.
—Estoy tan feliz por ustedes, bebé —le comenta Em a su amiga —él se portó como un idiota, pero se nota que te quiere mucho.
—Y yo más, siento, siento que... —le responde Ada —que lo amo ¿es muy pronto?.
Cuestiona un poco apenada.
—No cariño, si es lo que sientes es completamente válido y no tienes que minimizarlo —se le ríe Emily.
—Pero todavía no se lo voy a decir, no lo quiero espantar ahora que nos acabamos de reconciliar.
—Se lo dirás cuando te sientas lista, mientras, disfruta de su relación como debe ser.
—Te extrañé mucho, bebé —Ada le acaricia el pomulo —Gracias por ser mi amiga, por cuidarme, por defenderme y siempre estar conmigo...
Le surgió le extraña nesecidad de decírcelo.
—Como te amo, hermana de otro padre —la pelirroja le planta un beso tronador en la mejilla a su amiga mientras conduce.
—Y yo a ti, pequeña saltamontes —le responde ella entre risa.
Terminan estacionandose frente a la casa Masón.
—Cuídate mucho y recuerda que yo siempre estaré contigo —le dice Em al bajarse del auto a su hermana —también que tú siempre puedes, bebé, y que ningún trastorno alimenticio podrá contigo.
Le jura ella entrando, formando un corazón con sus manos, mientras la otra arranca sonriente para marcharse a ver a su novio que la espera desesperado en su casa para recuperar el tiempo perdido.
Había decidido que a pesar de todo Milo y ella se merecían una segunda oportunidad.
Ellas son tan diferentes, pero tan iguales al mismo tiempo.
Ada, prefiere las novelas literarias mientras que Emily las largas películas del mundo Marvel, pero ambas comparten un dolor, una pérdida.
Sus madres.
Una de manera literal y la otra de manera simbólica.
Harper Williams tuvo que despedirse de su hija de tan solo diez años en la sala de un hospital cuando los doctores no le dieron más tiempo de vida debido al tumor cerebral con el que estuvo lidiando por casi dos años, se aferró a su familia en un abrazo conteniendo las lágrimas para que su pequeña la recordara con ese semblante fuerte, esa coraza que caracteriza a cualquier guerrera queriendo que entienda que luchó hasta el último de sus días por quedarse con ella.
