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― Cuidado te caes ― Digo, tapándome la cara con la mano para que el rayo del sol no me de directo.

― Necesito que lo agarres ― Dice, mirándome un segundo y hago cara rara.

― No ― Niego ― Soy tan mala atrapando cosas, que de seguro me cae en la cabeza y te quedas sin tu cosa deliciosa ― Escucho su risa.

― Entonces quítate ― Hago caso y el primero coco cae a mi lado, seguido de otro y otro.

― Tres para mí ― Lo miro con una sonrisa enorme ― ¡Gracias Jake! ― Los recojo como puedo y corro a la casa cuando veo que está bajando de la palmera con lentitud, procurando no caerse.

― ¿Cómo que tres? ― Sigo corriendo ― ¡Oye! ¡Uno es mío!

― ¡No! ― Grito, metiéndome en la casa y cerrando la puerta con seguro cuando veo que está por alcanzarme ― ¡Ja! ― Rio y cruza los brazos, ladeando la cabeza y mirándome mal.

― Abre.

― Es que no quiero darte.

― Mila.

― Es que me gusta mucho el coco ― Hago cara de bebé aburrido.

― ¡Pero baje tres! ― Me abre los ojos y muevo las piernas en un gesto de estrés.

― Y eso me parece muy descortés de tu parte ― Me llevo las manos a la cintura ― Hay tantos y por la flojera solo bajas tres ― Aprieta los labios, tratando de no reír, pero falla un poco.

― Vale, está bien. Abre que no voy a coger ninguno de tus cocos y mañana te bajo más.

Frunzo el ceño, pero por la cara que pone, le creo.

― ¿Lo prometes? ― Me aseguro.

― Sí ― Asiente ― Abre.

Quito el seguro y no he ni abierto la puerta cuando Jake la abre súper rápido y me empuja, haciéndome caer patas arriba en el sofá que estaba detrás de mí. Me remuevo hasta terminar cayendo en el piso de mármol, y grito: ‹‹No›› cuando lo veo coger dos cocos del suelo y correr a la cocina abierta.

Gateo hasta conseguir levantarme e ir tras él, pero es tarde porque coge un chuchillo enorme y se encierra en la despensa con los dos cocos.

Golpeo la puerta con el puño, pero no abre.

― ¡Jake! ― Le doy una patada y soplo aire por la boca, sintiéndome estafada ― ¿Sabes qué? ¡No te necesito! ¡Yo solita puedo coger mis propios cocos!

― Bueno ― Responde y abro la boca indignada.

Salgo de la casa furiosa y me acerco a una de las palmeras.

‹‹Está alto››

Trato de trepar a lo Discovery Channel, pero me deslizo cada que lo intento. Hace calor y la camiseta de Jake que llevo puesta se me pega a la piel.

― Lo odio tanto ― Susurro, intentándolo de nuevo, pero no lo logro ― ¿Cómo se subió? ― Me pregunto a mí misma.

Lo intento de nuevo y creo que estoy por lograrlo, pero mi cuerpo se mueve hacia el lado derecho y termino cayendo en la arena, boca arriba.

Me siento y aparto la arena de mis brazos, piernas y cabello con las manos.

Levanto la camiseta y maldigo internamente, colocándome de pie enseguida.

No tengo bragas, ni nada, solo la camiseta puesta que me queda justo por debajo del trasero.

Estoy por intentarlo de nuevo, pero me separo de la palmera cuando veo al idiota que se acerca con un coco en cada mano y una pajilla dentro de cada uno.

| 3 | LOVE: UNA NOTA MÁS ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora