| 3 | LOVE: UNA NOTA MÁS ✔️

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Maratón: Gran Final 1/2

Estoy en mi camerino, sentada frente al tocador, ya vestida para el segundo concierto que tendremos en Bogotá, Colombia mientras miro el teléfono que reposa sobre la mesa con los nervios dominándome.

Me llaman para salir y salgo del camerino, deteniéndome en la puerta para darle un último vistazo al teléfono.

Dejo de ser Mila, también los problemas y me convierto en Love, alguien que siempre se encuentra lista para el show...

Cuando llegamos al hotel, voy directamente hacia mi habitación, la que es para mí solamente. Me pongo la pijama y me siento en la cama, subiendo los pies en ella mientras miro la pared y juego con mi arete.

Tocan a la puerta y me sobresalto, pero luego me tranquilizo y abro.

Del otro lado, Jake está recostado de medio lado en la pared. Sus ojos buscan los míos y se queda unos segundos en silencio, analizándome como a veces hace él.

—¿Estás bien? —pregunta.

‹‹No››.

—Sí —Trato de sonreír, pero no sé si lo conseguí.

Me hago a un lado para que pase y lo hace metiéndose las manos en los bolsillos de la sudadera.

—De hecho —Señalo la cama—. Estaba por acostarme a dormir. Mañana viajamos muy temprano y no quiero estar cansada.

Me mira y hago lo mismo, sonriéndole sin enseñar los dientes, pero él mantiene el gesto serio, como es él.

—¿No vas a quedarte conmigo?

Niego con la cabeza mientras ahora sí sonrío, entendiendo la razón por la que vino.

—Tú y yo quedamos en algo.

—No sé de qué hablas —Finge demencia y me hace reír la mueca que hace.

—No hay que dejar morir la pasión, recuérdalo.

Me pone los ojos en blanco y se acerca, bajando la mirada para verme a los ojos.

—No vamos a dejar morir nada —dice como si fuera lo más obvio del mundo y, en parte, lo sé, pero pienso que de todas formas es bueno que cada uno tenga su espacio durante la gira.

—Vamos a estar las veinticuatro horas del día juntos durante meses, Jake —Hago un puchero—. No quiero que te aburras de mí.

Me enseña su sonrisa y sonrío también.

—Es más probable que tú te aburras de mí que yo de ti.

Me cruzo de brazos sin dejar de verlo a los ojos.

—La decisión está tomada.

Pone cara aburrida y me empino para darle un besito en los labios. Me mira a los ojos y le sonrío.

—Aunque algunas noches, por no decir que la mayoría porque nos conozco, sí que podríamos dormir juntos —Se forma una perfecta sonrisa en su rostro y levanto el dedo, añadiendo para que no se emocione del todo—: Pero cada uno seguirá teniendo su habitación individual, no la compartiremos.

Hace cara de fastidio y va a la puerta como quien está ofendido, pero sé que no lo está, solo quiere hacerse el ofendido.

—Descansa. —Me despido con la mano.

Me enseña el dedo medio y me echo a reír, viéndolo desaparecer cuando sale de mi habitación.

La sonrisa se esfuma en cuanto escucho el sonido de la puerta y mis ojos viajan al mismo teléfono que he estado observando durante todo el día.