Capítulo 7

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Estoy frente a un espejo de cuerpo completo y no se a quien estoy viendo reflejada en el. Mi cabello está demasiado cambiado desde que puse un pie aquí, no solo eso, el hecho de que la encargada de la estética me obligara a maquillarme, me hacía dudar mucho de si lo que observaba era mi reflejo.

Las lentillas azules se veían mas resaltada de lo normal por el tono azul de mi cabello, sumado la parte blanca que aun seguían sin ser tocadas. El maquillaje que rodeaba mis ojos, los hacía brillar más de lo normal, y mi boca no podría estar más abierta.

—Me importa una mierda lo que digas, Emma. No puedes impedir que la vea. —La voz enojada de Taylor me saca de mi estupor, suelto un suspiro y pasó los dedos por mi cabello antes de salir de la pequeña habitación en la que Emma me había encerrado por más de dos horas.

Taylor se ve claramente enojado, pero su cabeza se levanta rápidamente y sus ojos verdes se posan sobre mí, su boca se entreabre mientras me observa y se mueve más rápido de lo normal, o al menos así lo veo yo.

Antes de que Taylor se incline hacia mí, Emma se interpone entre ambos, el cabello teñido me parece realmente divertido, se encontraba dividido entre verde y rosa. A lo Hayley Williams.

—Ni lo sueñes, Acker, no arruinaras mi obra de arte. —No puedo evitar reír y sonreír en dirección a Emma, ambas escuchamos soltar un bufido a Taylor.

—Enserio no sé como agradecerte, lo único que se me ocurre es pagarte por todo.

—Ni lo pienses. —Taylor es el que responde—. Yo ya arregle todo. —Abro la boca para rechistar, pero Emma me interrumpe colocando su mano en mi brazo.

—Es el hijo de mi jefa, no puedo hacer mucho. —Ella me ofrece un encogimiento de hombros y ahora mi vista se fija en Taylor quien se limita a encogerse de hombros.

A paso rápido llega hasta a mí y rodea mis hombros con su largo brazo, en otros momentos, lo hubiera quitado, pero me sentía demasiada cómoda junto a Taylor, cosa que me daba miedo aceptar.

—Cuando mamá regrese dile que Jena aun no recibe su encargo. —Emma asiente, pero se retira en menos de un minuto cuando una mujer entra en la estética —. ¿Nos vamos?

Asiento tomando un suspiro, mi bolso descansa en la mano de Taylor y este es extendido en mi dirección, camino junto al pelirrojo a mi lado y me despido con una sacudida de mano con dirección a Emma antes de salir de la estética.

—¿John ha estado todo este tiempo aquí? —Pregunto cuando veo el auto del grandulón estacionado junto al mío. Taylor niega con la cabeza mientras tira de mí con dirección a mi auto.

—Llego hace un momento. —Mi ceño se frunce cuando el recuerdo de su moto en el centro comercial me golpea con fuerza.

—Tu moto ¿Qué paso con ella? —Pregunto deteniendo su paso, Taylor pone los ojos en blanco y se pasa la mano por el cabello.

—Mi hermano se la llevo ¿correcto? —Parece irritado y en parte enojado, lo que me hace preguntarme el por qué. Esperen... ¿tiene un hermano? —. ¿Puedes subir al auto, By?

—No. —Respondo extendiendo mi mano en dirección a él para recuperar mis llaves—. Yo puedo conducir sola a mi casa ¡Tengo 2 años conduciendo!

—¡¿Puedes subir al maldito auto de una vez?! — él grita, haciéndome pegar un salto y alejarme unos cuantos pasos, sus manos pasan con rapidez por su cabello, una vena en su cuello sobresale y se nota que está enojado. Un suspiro es liberado de sus labios y lo escucho decir con más calma—. Solo sube al auto, By ¿Si? No hagas las cosas más difíciles, solo quiero sacarte de aquí.

Green Eyes © |SIN EDITAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora