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Capítulo 12

¿Rubí? Pienso, un quejido suena en mis oídos y sé que no puedo hacer ningún movimiento, mi visión no es la misma, no diferencio los colores, las tonalidades negras y blancas me confunden demasiado.

—Estas débil, By. Debes concentrarte y volver a tu forma humana. —La voz de Taylor suena débil, pero sé que esta junto a mí, de tal modo que mi cabeza descansa en su regazo.

Debes hacerlo, pronto hablaremos más, By.

La suave voz en mi cabeza, que deduzco es Rubí, me apremia, cierro los ojos y por un momento recuerdo mi vista frente a un espejo; piel pálida, cuerpo más dotado de lo normal, cabello blanco y azul.

Otro quejido es liberado cuando el ensordecedor dolor se adueña de mi cuerpo, estoy cambiando, lo siento. Cuando mis ojos se vuelven a abrir, los colores me abruman tanto que pequeñas lagrimas empiezan a brotar de mis ojos, eso, y sumado al hecho de que todo mi cuerpo duele, soy una llave de lagrimas.

Una pequeña brisa hace que mi cuerpo completo se estremezca y es cuando soy consciente de mi desnudez, a Taylor no parece molestarle, pero su chaqueta termina por cubrir mi cuerpo en una señal de protección, me levanta en silencio del suelo y me aprieta contra él.

—¿Estás bien, nena? Háblame. —Musita, con la preocupación rayando en su voz. Siento la garganta reseca, el dolor parece disminuir de a poco y es cuando hago un esfuerzo descomunal para poder concentrarme en lo que diré.

—T-tengo frió.

—Bastian viene con algo de ropa para ti. — me suelta un poco y lo siento removerse mientras se quita la camisa. La chaqueta que esta sobre mis hombros es retirada y por inercia cubro mis pechos, Taylor no parece molesto, pero ayudándome a colocar la camisa, vuelve a abrazarme.

El calor de su cuerpo entra en contacto con el mío y siento mis parpados pesados, escucho a Taylor murmurar algo mientras se levanta del suelo llevándome en sus brazos.

Debes comer algo, eso nos hará recuperar energías.

La voz que reconozco como Rubí, murmura con algo de alivio.

¿Cómo es que puede hablarme libremente? Pienso, se que puede escucharme, ya me lo hizo saber una vez, pero de todas modos necesito algo de privacidad.

Soy tu, By. Creo que pedir privacidad es algo estúpido, mira no mas, te quieres deshacer de mí pero el grandote te carga desnuda en brazos. Su voz suena cansada, pero el sarcasmo tiñe cada una de sus palabras.

¿No se supone que es nuestra meta? Una especie de quejido divertido resuena en mi mente, se está riendo de mí. No tengo culpa de no saber todo sobre lobos.

Es mate, By, y si, lo es. Es nuestro ¿Sabes lo que eso significa?

Estoy a punto de pregunta el significado, pero el gruñido de Taylor me saca de mis pensamientos.

—Bastian viene hacia aquí. —dice y me coloca en el suelo, el dolor ha desaparecido, pero el malestar continua en mi cuerpo. El alto pelirrojo me coloca detrás de él, mientras yo intento tirar de su camisa hacia abajo, tratando de cubrir un poco más mi cuerpo.

Pasos se escuchan hacia nuestra dirección y yo me aferro a la espalda de Taylor, sé que es mi hermano, pero últimamente nada es lo que parece.