Estoy de pie desnuda junto a Taylor -únicamente cubierta por su camisa-, quien parece más preocupado en ingresar a la casa sin que se den cuenta de nuestro estado. Maldigo a la transformación, ¿no podíamos simplemente transformarnos sin romper la ropa? Escucho el gruñido de parte de Rubí, pero la ignoro. Estaba de buen humor y no me pondría a pelear nuevamente con ella sobre los pros y los contras de la transformación.
—Tendrás que subir, By. —Taylor murmura en voz baja. Mi ceño se frunce un poco y observo la altura que debía escalar. Eran al menos dos o tres metros. Taylor realmente estaba mal si pensaba que yo iba a subir eso.
Peor aún, sin bragas cubriendo mis partes.
—Estoy sin ropa interior, Taylor. —Susurro, golpeando su hombro cuando el suelta una risa—. Lo siento, pero no pienso romperme el cuello solo por cumplir con tus órdenes.
—No vas a entrar así a la casa, hay varios chicos de la manada. —Pongo los ojos en blanco ante la estupidez que está diciendo.
—Solo entrare y subiré a mi cuarto, no haré turismo diciendo que no llevo nada bajo tu camisa. Esto es estúpido. —Gruño, girando sobre mis pies descalzos y encaminándome a la parte delantera de la gran casa.
Un par de brazos me detienen antes de que sea capaz de terminar de dar cuatro pasos, el duro pecho de Taylor entra en contacto con mi espalda y siento sus labios presionarse contra mi cuello.
—No bromees con eso, By. Harás que te marque de una buena vez. —Sus duras palabras me hacen fruncir el ceño, puedo sentir la emoción de Rubí ante la promesa de Taylor, pero eso simplemente me enoja. No puede tratarme como si yo fuera un objeto.
Aunque a veces yo también puedo ser así. Nunca lo he tratado como un objeto.
Me alejo de él, con más fuerza de la requerida y lo fulmino con la mirada.
—Arruinaste una gran noche Acker. Que descanses. —Me alejo de él con rapidez. Su grito no se hace esperar, pero ya es algo tarde, me encuentro cerrando la puerta principal detrás de mí, escuchando los golpes de parte del pelirrojo que tanto me gustaba.
Mis ojos se detienen en la sala, y un grito queda atascado en mi garganta.
Más de 5 pares de ojos están sobre mí, y mi papa es uno de ellos, observando la camisa que cubre mi cuerpo con cierto enojo. La puerta se abre antes de que sea capaz de formular otro pensamiento y el gruñido de parte de Taylor no se hace esperar.
—Lo siento, no quise molestar. —Grito, alejándome de aquella escena y subiendo a trompicones las escaleras al segundo piso. Tratando de que nada fuera de lo normal se notara bajo la gran camisa.
—¡By! — No me detengo ante el grito de Taylor, pero su gran mano detiene la puerta de mi habitación cuando estoy a punto de cerrarla con pestillo.
—Largo, Taylor, quiero dormir. —doy un paso hacia atrás cuando veo que se acerca a mí. No quiero que se acerque. Sé, que si lo hace no podre continuar enojada con él.
Taylor lograba eso y mucho más sin llegar a tocarme, pero no quería que se diera cuenta del poder que tenía sobre mí y sobre mi cuerpo. Aun no estaba lista para mostrarme de esa manera ante él.
Una risa se libera de mis labios cuando las manos de Taylor entran en contacto con mis brazos, no sé por qué me estoy riendo, pero lo hago. El pelirrojo frente a mí me observa un poco confundido pero luego una corta sonrisa tira de sus labios.
—¿No estabas enojada? —Se burla, hincando mis costillas con uno de sus dedos.
—¡Lo estoy! —Me quejo, soltando una larga risa, para luego detener sus manos—. No puedes esperar que no lo estés después de tratarme como una cosa. No soy un objeto, Taylor.
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Green Eyes © |SIN EDITAR|
Werewolf"Huir del pasado no siempre será la respuesta". Portada: @Cxld-Soul Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación o modificación en cualquier me...