4 meses después.
—¿Qué estas comiendo, mujer? —Mis ojos se elevan y me topo con la verde mirada de Taylor, este me mira realmente confundido con dirección a mi mano, trago con rapidez, soltando una risa nerviosa y observo al padre de mi hijo.
—Carne. —Respondo con rapidez, sintiéndome algo incomoda—. Y no empieces con lo que ambos sabemos, solo tengo hambre. —Taylor no responde, sus pies descalzos se dirigen hacia mí y frunce el ceño en cuanto sus ojos observan mi plato.
—By, tu no comes carne cruda.
—No esta cruda. —Me quejo, cortando otro trozo del filete que mamá había preparado para mí antes de marcharse junto a mi padre, lista para hacer algunas compras para navidad—. Esta a término medio. ¿Quieres?
Taylor niega algo divertido, para luego ocupar la silla junto a mí y quitar los cubiertos de mis manos, corta un gran trozo de carne y sin espera alguna, lo engulle con rapidez.
—Enserio... no sé cómo pudiste negarte a comer carne de esta forma. —Limpio mis manos con la servilleta frente a mí y suelto un suspiro. Ni yo tenía idea de por qué estaba comiendo carne casi cruda, pero mi apetito se había abierto como tal barril sin fondo.
Empujando a comer carne cada vez más cruda.
—No lo sé... creo que desde el día que Blake cazo ese conejo...—Mi boca se cierra cuando los ojos de Taylor se clavan sobre mí, claramente el se estaba divirtiendo con mis ansias de carne, y era algo que me irritaba.
—Puedo llevarte a cazar un conejo cuando quieras, nena. —Suelto un gruñido, levantándome de la silla y tirando de mi blusa para cubrir el ahora notable estomago.
Parecía que alguien me había inflado de un día para el otro.
—Intenta correr con un balón de fútbol en tu estomago. Espera —Me rió, deteniéndome a medio camino—, cambia eso, dejémoslo en pelota de playa.
—No es tan malo. —Se rie, para luego, engullir el ultimo trozo de la carne—. Nos divertiremos, ¿sí?
No puedo evitar negarme, más aun cuando él se acerca a mí y posiciona sus manos sobre mi estomago. El sentimiento que embarga mi pecho, es tan fuerte, que no tengo manera de describirlo.
Lo que sentía por Taylor sobrepasaba los límites de amor de cualquier relación que hubiera tenido antes.
—No voy a correr detrás de ningún animal, Taylor Acker. —Taylor se rie, murmurando un "como quieras", para luego presionar sus labios contra los míos.
Esa tarde, nos pasamos en el patio trasero, observando como Blake entrenaba con Sean, quien en más de una ocasión, termino siendo tacleado por aquel chico de 16 años.
Una sonrisa se desliza por mis labios cuando siento la suave caricia del pelaje de Lotus contra mis pies, este se recuesta frente a mí, colocando su gran cabeza sobre uno de mis pies.
Intento estirarme para alcanzar su cabeza, pero falló estrepitosamente cuando mi estomago entra en escena. El que mi estomago estuviera tan grande, me dejaba en duda.
Taylor no quería saber nada de hospitales o maquinas de ultrasonidos.
El mismo se había encargado de buscar a Ágata, mi mejor amiga, quien había estado de inmediato frente a mí, a disposición de cualquier cosa.
—Inflada. —Mi ceño se frunce cuando la suave voz se escucha junto a mi lado, observo el largo cabello negro de Ágata sujetado en una trenza y su sonrisa me hace rodar los ojos.
ESTÁS LEYENDO
Green Eyes © |SIN EDITAR|
Werewolf"Huir del pasado no siempre será la respuesta". Portada: @Cxld-Soul Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación o modificación en cualquier me...