No puedo evitar reír ante la falsa pelea entre mis hermanos, llevan corriendo alrededor del jardín por lo que parece unos 10 minutos, yo había salido con ellos ya que Taylor había ido junto a mis padres y algunos chicos de la manada, a nuestra casa, y yo solo podía pensar en Lotus.
Estaba preocupada por mi perro.
Suelto un fuerte suspiro, llamando la atención de mis hermanos, quienes se detienen por completo y caminan en mi dirección. Me hundo un poco más en la camisa de Taylor, su olor logra tranquilizarme un poco.
—¿Qué ocurre? —Bastian es el primero en romper el silencio, me limito a encogerme de hombros.
—Estoy preocupada por Lotus.
—Lotus está bien. —Responde a su vez—. El sabe qué hacer cuando hay problemas cerca, no te preocupes por él.
Asiento, forzando una sonrisa en mis labios y es cuando un olor a tierra húmeda llega a mí, el sonido de llantas sobre grava me hace levantar del césped y correr dentro de la casa.
Es Lotus.
Paso por delante de Alisa, quien solo me mira con un poco de sorpresa, pero camina detrás de mí, puedo sentir su leve olor a vainilla detrás de mí. Abro la gran puerta principal y un suspiro de alivio es liberado de mi pecho cuando veo a Taylor bajar de su auto.
No me detengo cuando él me mira, claramente esperando un abrazo, sigo caminando hasta detenerme junto a los asientos traseros, papá tiene en brazos al gran pitbull, quien cojea un poco cuando lo colocan en el suelo.
—¿Qué paso contigo, bebe? —Digo, arrodillándome frente a él, el perro mueve la cola en respuesta y lame mi rostro, pequeñas lágrimas se aglomeran en mis ojos cuando veo su pata cubierta con sangre seca.
—Lotus está bien, cariño. Solo se lastimo con una cerca tratando de escapar. —Abrazo a mi perro con fuerza, Lotus no se niega y descansa su gran cabeza en mi hombro.
—¿Debo sentirme celoso de un perro? —Escucho la voz de Taylor un poco enojada, pero no le prestó atención. Lotus es como mi hijo. El hijo que siempre protegeré.
—Mas que celoso. No se separara de él. —Bastian se rie y lo escucho soltar un suspiro—. Venga, déjame cargarlo para que puedas curarlo adentro.
Asiento como puedo y me separo de mi perro, quien se queja un poco cuando se vuelve a apoyar sobre sus patas, cuando Bastian se le acerca Lotus le gruñe y no puedo evitar reír.
—No dejara que lo cargues. —Digo, alejando a mi hermano del perro—. Ven, vamos grandote.
—Iré por un botiquín. —Le sonrió a Alisa, quien se pierde en el interior de la casa, él pitbull quita el peso de la pata lacerada y camina a mi lado, no me detengo en la sala, quiero estar sola con mi perro, subo las escaleras, siguiendo el camino a mi nueva habitación. Justamente la que queda junto a la habitación de Taylor.
Dejo la puerta abierta, sabiendo que Taylor no tardara en reunirse conmigo. Me siento en la cama, golpeando a mi lado para que Lotus se recueste junto a mí.
Cuando veo que no puede impulsarse, lo ayudo, tomándolo de la cintura y dejándolo sobre la cama. Acaricio su cabeza con cariño y él se acerca aun más a mi toque.
—Aquí está el botiquín. —La voz de Alisa me hace girar la cabeza en su dirección, mira a Lotus con cariño y se sienta junto a él, en el puesto libre—. Es un hermoso perro ¿Cómo se llama?
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Green Eyes © |SIN EDITAR|
Werewolf"Huir del pasado no siempre será la respuesta". Portada: @Cxld-Soul Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación o modificación en cualquier me...