cambia el destino Harry Potter

callejón

Nuevamente regresan a hogwarts, el lugar donde su Amigo y hermana pequeña van aprender.

—¡Nos vemos! — petunia despide a ambos en el tren Para posteriormente ver a sus padres y sonreír. — ya se fueron. — era por tristeza el último día de vacaciones para ella, pues al día siguiente, regresara a la escuela.

—vamos mi petunia hermosa. — respondió su madre con un tono dulce y cariñoso. – vamos a casa.– mientras  sus cabellos pelirrojos y ojos un azul suave y delicado la ven... Ojos un poco mas brillantes a los que ella posee.

' mami.'

— ¡Si! — ella responde con su habitual cambio de voz mientras su padre le acaricia su cabeza.

—¡Mi pequeña hija está creciendo!— las lágrimas falsas y al mismo tiempo reales salen de los ojos de su padre, lo que acciona a qué pequeñas carcajadas salgan de la boca de petunia. – ¡hay mi princesa!– pero Después de todo. El día le sale mejor con cada mañana y cada año. Aún si sus cabellos son castaños como los de su padre, y no como los de su hermana.

—¡Papá!— Lee recrimina amablemente junto a un fingido puchero.

— jajaja, mi pequeña hija está sonrojada. — su madre volvió a reír. Provocando que  petunia fungiera ofensa. dejando así una charla de risas y burlas amables hasta su casa.

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Cuando llegaron a su casa, ella no tardó en ir por su canasta y dirigirse a  su clase de cocina.

—¡Hoy es la última clase!— sus padres no pudieron convencer a esa pequeña en quedarse con ellos, pero era por algo bueno — y aprenderé a cocinar un pastel — su madre sonrió y sin rechistar hablo.

—esta bien mi pequeña,¡Pero recuerda enseñarme!— su padre no reprico o enojo, simplemente le dió unas palmaditas antes de dejarla irse.

Aunque luego de tan hermoso momento, petunia fue a su clase de cocina, en dónde aprendió a preparar el pastel.

Horas después.

—se termino la última clase de este mes, ¡Espero que aprendieran mucho!— había terminado las clases normales. Pero ahora debe ir a clases elevadas.

—¡Muchas gracias!— al final de su clase sonrió, estaba muy feliz con llevar su pastel y preguntarle a sus padres si está delicioso.

'Espero le guste, ¡También debería ir a visitar a la mamá de verus!'

Su humor estaba a tope, aún cuando tiene que pasar por un callejón demasiado oscuro y peligros.

' Si, debería ir a darle un pastel y pasar un tiempo juntas.'

Pero esos pensamientos se detuvieron al estar a mitad de cruzar el callejón y escuchar un susurro.

— ayuda... — petnia palidecio con la voz, incluso apretó mejor el agarre de la bolsa con el pastel. —... por fa...¡Hug!— la forma en que la persona pedía ayuda asustó a petunia. y estuvo apunto de irse. De no ser por su vago recuerdo de severus y los golpes que tenía.

' No puedo creer que haga esto.'

Pensó para dejar el pastel un costado del callejón y ingresar lentamente.

— ¿ho-hola? — estaba demasiado asustada, pero incluso con ese susto decidió ingresar a oscuras. —¿Donde-donde está? — volvió a susurrar antes de sentir algo sujetar su pierna y asustarla. —¡HAAAA! — salió un grito de sus labios.

— ayuda... — pero por suerte escuchó la voz y en lugar de volver a gritar, bajo su mirada y vio al fin que era un brazo.

' ... Me agarró la mano de la persona.'

Más relajada y con menos tensión, simplemente se inco y separó la mano de su pierna para empezar a jalarlo con cuidado y fuera del callejón.

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Minutos después.

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Al fin con luz, pudo ver como estaba.

' está persona.'

tenía una capucha escondiendo un rostro de una persona con 37 o 38 años.

' Que extraño sujeto.'

Pensó frunciendo su seño y posteriormente ver las graves heridas que tiene.

' ¡Dios santo! ¿Que hago ahora? '

Aún preocupada y sabiendo que no tiene más por ayudar, visualiza la casas de ese callejón... ambas sin dueño por la guerra que se desató hace unos años atrás.

' Si lo dejo en una y lo curo. '

Su ingenio hizo lo que pudo, tomo el cuerpo por la espalda y con todas sus fuerzas logro llegar a la casa derecha... minutos a horas fue lo que pasó para dejar al hombre.

' ¡Diantres! mis padres me matarán por la hora. '

Asustada se levantó y vio algunas cosas feas que la última familia dejo

— por lo menos estarás bien hoy, mañana paso por aquí y bueno... te vendré a ver. — susurro y dejo al hombre en el feo sillón con un paño, no tenía mas que ofrecerle — nos vemos señor. — y así salió para tomar su tarta y regresar a su casa, dónde ambos padres estaban preocupados por qué no llegaba.

—¿Que paso? — pregunto su padre menos tenso.

' No puedo contarles del hombre... seguramente lo van a matar. '

Hace más de dos años que cualquier sospechoso fuera mandado a revisar y luego ver si lanzarlo a fuera del pueblo... o dejarle...

— me quedé viendo el árbol donde Lily y yo hablamos con severus... — tan simple fue mentirle a sus padres, cosa que ambos asintieron felices... su hija está creciendo mucho.

— si es todo querida, ¿Comemos pastel? — su esposa cambio el tema y ese trío de personas comenzó a disgustar el pastel.

Mientras en la casa se ve como las heridas comienzan a curarse mágicamente.

Continuara