Capítulo 35

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Concierto

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Dayana

—Me gustan más los shorts cortos y el suéter rosa—dice Sasha.

Tomo ambas prendas y las coloco encima de mi, para darles una breve vista de como se me vería.

—Creo que estaría mejor la negra de mangas largas—sugiere Brooke e inmediatamente dejo el suéter para cambiarlo por la otra prenda.

Ambas asienten al mismo tiempo con aprobación.

—Es un concierto—les recuerdo.

En eso la cámara de Brooke se apaga y cuando se vuelve a encender está con una libreta en mano. Sasha y yo la vemos garabatear unos segundos, antes de que coloque la libreta frente a la cámara con un boceto de un outfit.

—No puedo creer que hayas hecho eso en menos de cinco minutos—dice Sasha con asombro.

—En realidad ya lo tenía hecho-dice bajando la libreta para que podamos ver su rostro—. Solo ajuste unos detalles.

—Creo que tengo algunas prendas parecidas—digo corriendo a mi closet para ir a buscar la ropa.

En definitiva hacer videollamada con ellas fue la mejor decisión del día. Me han estado aconsejando desde hace horas, quizás estamos en diferentes ciudades, pero siempre estaremos para apoyarnos.

Cuando regreso para mostrar las prendas frente a la cámara ellas empiezan a aplaudir y a decir elogios con exageración.

Más tarde me encuentro lista con la ropa que me sugirieron las chicas, la cual consiste en un short de mezclilla negro, una blusa de tirantes rosada y sobre está una chaqueta de mezclilla negra. No tan exagerado ni extravagante, exactamente como me gusta, sencillo y casual.

Ahora solo queda esperar a que Noah pase por mí.

Dos golpeteos en mi puerta impiden que los nervios salgan a flote y en verdad agradezco eso. Me dirijo a abrir y lo primero que me encuentro es a Daniel con un aspecto terrible.

—¿Qué te pasó?—le pregunto con el ceño fruncido.

—Tú... —titubea, suspira y me mira de pies a cabeza— ¿Vas a salir?

—Si, con Noah—respondo—, ¿Qué hay de ti? ¿Por qué luces así?

_Bueno... Me moje ayer en la lluvia—dice después de unos segundos—. Estoy bien, solo... Solo... ¿Tenemos analgésico?

—Si—respondo con duda—. Los buscaré por ti.

—No, está bien—intenta sonreír—. Te ves muy linda, microbio. Espero que Noah sepa valorarte.

No espera respuesta mía, solo se da la vuelta y se va.

Algo le pasa, de eso no hay duda, pero si algo sé es qué Daniel no es de expresar lo que siente con mucha facilidad, tendré que esperar hasta que su conmoción haya pasado. Hablaré con él cuando regrese, si o si tengo que hacerlo.

En eso me llega un mensaje de Noah indicando que está abajo. Suspiro y corro a tomar mis cosas para bajar. Él está en la sala, junto a David quien le enseña algo en su teléfono. Lo primero en lo que me fijo es en su ropa, él hace lo mismo y sonreímos a la par. Es como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, pues lleva unos pantalones y chaqueta de mezclilla color negro, con una camisa rosada por debajo.

Casualidad con sabor a FresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora