Capítulo 32: Feliz cumpleaños.

440 99 255
                                    

|Saebyeok|

Al día siguiente y luego de haber coordinado todo ayer por la noche con la señora Minying, había llegado el "gran" día. Jiyeong estaba en la cocina preparando nuestro desayuno como ya se había hecho costumbre por las mañanas, así que entré dando leves golpes a la puerta para no asustarla.

—Buenos días ¿me extrañaste?—dije en la puerta con una sonrisa.

—Para nada—rió.

Me acerqué a ella y la tomé de las mejillas. Dejó todo lo que estaba haciendo a un lado y me miró a los ojos.

—Feliz cumpleaños—susurré cerca de sus labios.

Noté cómo su rostro cambió, me era imposible descifrar su expresión. Ella bajó la mirada, pero la tomé de la barbilla para que volviera a verme.

—¿Qué pasa?—pregunté.

—No quería que nadie me felicitara este día.

—Cuando fue mi cumpleaños yo estaba de mal humor, no quería ni que me recordaran qué día era... aún así, tu me hiciste pasar un día bonito y yo puedo hacer lo mismo por ti.

—Como sea, gracias—dijo quitando mis manos de su cara.

Al parecer, la idea de la señora Minying, tal y como pensé, no tendría éxito. Jiyeong actuaba como si estuviese molesta, no dijo ni una sola palabra mientras desayunábamos.

Una vez terminamos de comer, lavé las tazas y servicio que habíamos usado. Ella estaba en el mesón de la cocina viendo la pantalla de su celular en silencio, cuando unos pasos acercándose llamó la atención de ambas.

—¡Feliz cumpleaños a la princesa de la casa!—dijo su chofer mientras la abrazaba y levantaba.

—Gracias—respondió desanimada.

—Y como sé que tu padre cada cumpleaños te llevaba a tu cafetería favorita, quise seguir con la tradición, así que ve a ponerte algo lindo y nos vamos.

—No es necesario, acabo de desayunar.

—Pequeña, sé lo difícil que es para ti pasar un cumpleaños sin él, pero por favor déjame darte esto como regalo, ninguno de tus cumpleaños él falló, siempre te llevaba ahí y este año no puede ser la excepción.

Jiyeong me miró por unos segundos y yo le di una pequeña sonrisa y asentí a modo de aprobación, quería que ella aceptara.

—Está bien—suspiró pesado.

—Te espero en el auto—le dijo con una sonrisa.

Él salió de la cocina y Jiyeong se acercó a mí.

—¿No te molesta quedarte sola?—preguntó.

—Claro que no, disfruta tu salida—le sonreí al igual que ella a mi y me dio un beso corto, acto seguido, salió de la cocina.

El hecho de que Jiyeong saliera con su chofer era perfecto. La señora Minying también le había pedido a él que mantuviera a su hija fuera de casa por unas horas para darnos tiempo de preparar todo. Además, en un rato llegarían las personas encargadas de la decoración que contrató su madre, así que esperaba que a pesar de que Jiyeong estuviera desanimada, esto funcionara.

(...)

La casa iba quedando muy bien, estas personas sí que sabían hacer su trabajo. Pusieron hasta un mini bar en el patio al lado de la piscina y la decoración era perfecta, hasta parecía que alguien se iba a casar por la elegancia que desprendía todo.

(...)

Eran un poco más de las cinco de la tarde y los invitados comenzaban a llegar. La señora Minying también había contratado guardias y porteros para hacer pasar sólo a las personas que estaban en la lista de invitados. Y por un momento pensé que serían sólo unas cuantas personas, solo conocidos de Jiyeong, pero cada vez se sumaba más gente. 

Te odio a millones |Jibyeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora