Capítulo 44: Cena.

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|Jiyeong|

A la mañana siguiente, tal como había dicho a Sae la noche anterior, me levanté temprano para esperarla con el desayuno. Así que hice toda mi rutina mañanera y bajé a la cocina para comenzar a preparar todo.

Cuando oí la puerta de la entrada, sonreí inconscientemente. Este era mi momento favorito.

Saqué el café del mueble y comencé a preparar las tazas, cuando poco rato después vi a Sae entrando a la cocina. Me sonrió y caminó hacia mí con una sonrisa.

—Buenos días—me tomó de la cintura, acercándome a su cuerpo.

—Mis días son siempre buenos si estás conmigo—susurré cerca de sus labios y me besó.

Dejamos nuestro desayuno en las bandejas y fuimos al comedor, cuando algo que estaba en la mesa llamó mi atención.

Había un ramo enorme con una variedad de flores.

—¿Y esto?—preguntó Sae.

—No lo sé, tiene una nota.

Dejé la bandeja en mi lado de la mesa y tomé aquella nota.

"Jiyeong: Siento haberme comportado como un imbécil ayer, bebí demasiado y no sabía lo que decía, espero aceptes mis disculpas, no se volverá a repetir. PD: También espero que te gusten las flores, con cariño - Seok."

Sae se acercó a mí para leer la nota y puso cara de molestia.

—Claro que no se volverá a repetir, idiota—dijo ella.

De repente comencé a estornudar sin parar, Sae me miró.

—No me digas que eres alérgica a las flores.

—¿Ups?—me encogí de hombros.

Comenzó a reír y las tomó para sacarlas de la mesa.

—Las llevaré al jardín, ya vuelvo.

Una vez me limpié la nariz y dejé de estornudar, me senté a la mesa. Sae llegó al poco rato.

—Tomaré nota, no le puedo regalar flores a mi novia—dijo ella riendo.

(...)

Luego de desayunar, Sae comenzó con sus tareas, mientras yo me encontraba en mi habitación viendo algunos recuerdos de todos mis viajes, fotografías y pequeñas figuritas, cuando pensé en lo lindo que sería poder viajar con Sae a cualquier país o lugar que a ella le guste. Y lo cierto, es que no lo veía como algo tan lejano, además sería algo perfecto.

(...)

Eran cerca de las seis de la tarde. Estábamos ambas sentadas en el sofá aburridas mirando el techo, Sae ya había acabado sus tareas de hoy así que quedó libre, cuando una idea vino a mi cabeza.

—¡Ya sé!—dije de repente, lo que causó que ella se llevara una mano al pecho.

—¡Me asustaste!

—Lo siento, no era mi intención, es que se me ocurrió una idea.

—¿Qué idea?—levantó una ceja.

—Podríamos cenar fuera hoy, te quiero llevar al restaurante que solía ir con mi familia, te gustará mucho.

—Mmh, no lo sé.

—Te estoy invitando, por favor di que sí—junté mis manos en modo de ruego.

—Está bien, pero...

—¡Genial! Iré por mis cosas—no la dejé terminar de hablar y me levanté del sofá.

|Saebyeok|

Te odio a millones |Jibyeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora