|Saebyeok|
Pasó un largo rato luego de todo lo ocurrido. Le pedí un vaso con agua a Jiyeong y ayudé a estar más tranquila. Y cuando llegó nuestra comida, ella sólo jugaba con los cubiertos, revolviendo la comida y sin quitar la vista de ella. Estaba muy pensativa, comió muy poco y mantuvo silencio durante toda la cena.
Una vez terminamos de comer, ella pagó y envió un mensaje a su chofer para que nos llevara a casa. Y durante todo el camino no dijo palabra alguna, yo sabía cómo debía sentirse, así que tampoco la iba a presionar ni ser insistente, pero sí estaba muy preocupada por ella y no la dejaría sola.
(...)
Cuando llegamos a casa, el chofer nos abrió la puerta y ella tan solo al entrar subió las escaleras corriendo, oí que cerró la puerta de su habitación de golpe.
—¿Pasó algo?—me preguntó su chofer con cara de preocupación.
—Muchas cosas, iré a verla.
Subí las escaleras rápidamente y caminé a su habitación. Tomé la manilla de la puerta para entrar, pero le había puesto el seguro.
—Jiyeong, soy yo ¿me puedes abrir?—dije apegada a la puerta.
—Lo siento Sae, quiero estar sola—oí su voz quebrarse.
Me senté en el suelo, al lado de la puerta pensando en lo que había pasado. Ese tipo en serio no tenía porqué tratarla así, no entendía cuál era su problema si Jiyeong jamás le hizo algo. Y encima ser capaz de golpearla, por suerte estuve con ella para impedirlo.
(...)
Seguía sentada al lado de la puerta, oía a Jiyeong sollozar y llorar desesperada. Me destruía el corazón saber que ella se sentía de esa manera. No podía dejar de pensar en el dolor que ella debía estar sintiendo.
Jugaba con mis dedos nerviosa y mi corazón latía muy rápido. Sentía una impotencia enorme, estaba frustrada y con tanta rabia encima que deseaba ahorcar a ese tipo con mis propias manos por hacer sentir de esta manera a la persona que amo.
(...)
Mucho rato después, Jiyeong abrió la puerta y me levanté rápidamente del suelo.
—Sigues aquí—dijo ella.
—No podía irme sabiendo que no te sientes bien.
Asintió. Sus ojos estaban hinchados y su rostro se notaba cansado. Se quedó en silencio unos segundos y habló.
—Sae... ¿podrías quedarte esta noche?
—No tienes ni que pedírmelo.
—Gracias.
Iba a ir a la habitación de invitados pero Jiyeong me tomó la mano para impedírmelo.
—Pero quédate conmigo, no quiero pasar la noche sola.
—No te dejaré sola—me acerqué a ella para abrazarla fuertemente.
Nos quedamos abrazadas durante un rato, y una vez nos separamos, le tomé la cara para dejar un beso en su frente.
(...)
Nos encontrábamos ambas acostadas en su cama, teníamos solo la iluminación de la lámpara de la mesita de noche y Jiyeong descansaba sobre mi pecho mientras yo acariciaba su cabello.
—¿Cómo te sientes?—le pregunté.
—Mejor, estoy más tranquila.
—Y eso me deja tranquila a mí porque ¿sabes algo? si tú estás triste, yo también lo estoy y si estás feliz, yo soy el doble de feliz... Jiyeong, todo lo que te provoca dolor, a mí también me duele, porque odio verte sufrir.
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Te odio a millones |Jibyeok
FanfictionKang Saebyeok, una chica de veintidos años se ve en una situación en la que ya no puede pagar lo básico de su hogar, junto con ello, debe enfrentar lo dura que ha sido su vida e intentar salir adelante como sea, aceptando el trabajo de la señora Min...