Te odio a millones |Jibyeok

Capítulo 34: Juego.

|Saebyeok|

No podía con todo lo que estaba sintiendo. Tomé a Jiyeong del brazo y la volteé para que me mirara, ella había continuado bebiendo.

—Oh ¡hola, Sae!—dijo lanzándose a mis brazos.

—Ya es suficiente, has bebido demasiado—respondí alejándola de mí.

—No seas aguafiestas, sólo nos estamos divirtiendo—habló ese chico.

—Es cierto, tú también deberías divertirte—dijo Jiyeong.

Me quedé en silencio viéndola, ella estaba ebria al igual que ese chico. Sólo se sonreían y dedicaban miradas de complicidad.

—Tienes razón, haz lo que quieras, es tu fiesta—me crucé de brazos y comencé a caminar.

Me acerqué a la mesa que estaba cerca del mini bar para comer algo. Desde lejos veía toda aquella escena de Jiyeong con ese chico. Sus amigas reían y animaban para que bailara con él.

Comenzó una canción más lenta y vi cómo él la tomaba de la cintura acercándola a su cuerpo. Por un momento creí que ella se alejaría, pero sus brazos rodearon su cuello para bailar más apegados.

Vi unos asientos vacíos en la terraza, la mayoría de las personas estaban bailando y eran muy pocos los que estaban sentados. Parecía que yo era la única que no estaba disfrutando de la fiesta y que sólo quería salir corriendo de ahí.

Tomé mi celular para revisar mis redes sociales. No esperaba mensajes de nadie y tampoco me interesaba mucho saber lo que pasaba en el mundo del internet, sólo quería dejar de torturarme.

(...)

Jiyeong y yo cruzamos miradas por un instante y ella comenzó a caminar hacia mí. Ya ni siquiera quería hablar con ella, no estaba de ánimo para nada. Me levanté del asiento para salir de ahí, pero ella fue más rápida y se puso frente a mí.

—¿Qué pasa?—preguntó.

—Quiero estar en mi casa, fue un error quedarme.

—No te vayas, por favor—se acercó poniéndose de puntitas para besarme, pero de inmediato corrí mi cara y la alejé de mí.

Me miró con cara de confusión, yo desvíe mi vista. Ni siquiera sabía porqué, pero me sentía muy avergonzada.

—¿Quieres que me quede para que siga viendo cómo ese chico coquetea contigo?

—¿Acaso estás celosa?

—Y encima me lo preguntas ¿no es obvia la respuesta?

—Pero si ni siquiera sabemos lo que hay entre nosotras, sólo son un par de besos y...

—¿Un par de besos? ¿sólo es eso para ti?—la interrumpí.

—No quise decirlo de esa forma, lo siento.

—¿Entonces esto sería un tipo de juego tuyo?

—¡Claro que no! No quise que sonara así, en serio perdóname.

—Déjalo así, ya no quiero ser parte de tu juego que consiste en "un par de besos", si me lo hubieses dicho antes, no hubiese perdido mi tiempo de esta manera, creí que significaba algo, pero veo que no.

Ella iba a tomar mi brazo pero salí de allí rápidamente, ya no quería seguir escuchándola.

(...)

Eran cerca de las 4 a.m. Algunas personas comenzaban a irse, mientras a otros que estaban ebrios los podías ver tirados en el pasto durmiendo.

En toda la casa había un desastre enorme, ni siquiera quería pensar en el trabajo que tendría por la mañana.