Capítulo 23: Nuevo comienzo.

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|Jiyeong|

No podía describir lo que sentía en este momento. Era mi primer beso real, y es que antes sólo había besado a otras personas en juegos y a modo de broma. Era primera vez que me sentía tan bien en mucho tiempo. Y no quería que fuera momentáneo.

(...)

A la mañana siguiente, me desperté antes de lo que acostumbro. Tenía muchas ganas de ver a Saebyeok. Y aunque no tenía claro mis sentimientos ni lo que me pasaba con ella, ayer sentí muchas cosas nuevas y que me agradaron bastante.

Al bajar, miré la hora. Noté que Sae aún no había llegado y mi madre se había ido antes, por lo que pensé que en realidad me había levantado demasiado temprano, así que quise esperarla para desayunar juntas.

|Saebyeok|

Ya era hora de ir camino a casa de Jiyeong y ya tenía ganas de verla. Lo que pasó ayer era algo nuevo para mi. Nunca había besado a alguien antes, como tampoco había sentido cosas por una persona de esta manera, algo tan fuerte. Sentir la necesidad de protegerla, de hacerle saber lo valiosa y fuerte que es, que no está sola, que ahora me tiene a mí y que las cosas desde ahora serán diferentes.

En el trayecto sólo pensaba en Jiyeong. Ni siquiera sabía con qué cara le hablaría, lo que le diría o cómo actuaría frente a ella, porque sí, estaba nerviosa. Pero lo que sí sabía, era que lo que sea que estuviera pasando, no quería que acabara.

(...)

Abrí la puerta de la casa y dejé mis cosas en el perchero. Colgué mi chaqueta y fui a la cocina, encontrándome con Jiyeong esperando que el agua hirviera.

—Hola, que extraño es verte despierta a esta hora—dije riendo. Ella se volteó a verme y sonrió.

—Quise desayunar contigo—se acercó a mí.

Nos miramos a los ojos por unos segundos y esta vez fue ella quien acortó la distancia entre nosotras, dejando un corto beso en mis labios.

—¿Te das cuenta que ayer por la mañana nos queríamos arrancar la cabeza? Y ahora, míranos—reí.

—¿Quién eres tú y qué le hiciste a Saebyeok?—ambas reímos esta vez.

El agua ya había hervido. Jiyeong iba a llenar las tazas, pero soltó un quejido.

—¡Auch! Me quemé.

Saqué rápidamente hielo y lo puse en su mano, que ya comenzaba a estar roja.

—Que torpe, sabías que estaba caliente—dije sosteniendo su mano.

—Y ahí está la Sae que conocemos.

—Perdón, es la costumbre—reí y levanté la mirada hacia ella.

Yo seguía sosteniendo su mano con el hielo mientras sólo nos mirábamos en silencio. Yo, por un lado, viendo sus perfectas facciones y pensando en lo hermosa que es.

—Sae—interrumpió el silencio.

—Dime.

—Nunca había apreciado tus pecas... se ven muy lindas en ti.

Sentí mis mejillas arder, sólo pude sonreír y bajar la mirada a su mano para finalmente quitar el hielo.

—Ahora yo serviré el agua en las tazas—dije preparándolas con café mientras ella miraba mis acciones.

Una vez lista, llevé ambas tazas al comedor, dejando la de Jiyeong a mi lado.

—¿Quieres que me siente cerca de ti? Esto es nuevo—dijo ella.

Te odio a millones |Jibyeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora