|Jiyeong|
—Estoy bien, sólo les quería proponer algo... un trío a cambio de mi silencio.
—¿Y qué te hace pensar que queremos que lo nuestro sea un secreto? Me da igual si lo sabe toda la universidad, ni siquiera asisto y me da igual lo que puedan pensar o decir de mí, además... jamás aceptaría un trío, menos contigo, que asco—dije con cara de desagrado. No podía creer lo que acababa de escuchar.
Miré a Sae y se notaba que estaba furiosa, tenía sus puños apretados y lo miraba amenazante.
—Jiyeong, no me digas que no te mueres por ver a tu novia y a mí teniendo...—fue interrumpido por una cachetada de Sae.
—¡Eres un imbécil y un asqueroso! No te atrevas a decir una palabra más porque juro que te vas a arrepentir—le dijo ella.
Él la miró tocando su mejilla que acababa de ser golpeada, me dirigió una mirada a mí y salió de la cocina.
Miré a Sae, estaba muy concentrada viendo un punto fijo, como si estuviera analizando lo que acababa de pasar. Tenía la respiración agitada, sabía que era de rabia.
—Respira hondo y toma agua, es un idiota—le dije acercándome.
—Lo sé, merecía que lo golpeara más fuerte.
Tomó un vaso y lo llenó de agua para luego beberla.
—Creo que no fue una buena idea que me presentaras como tu novia a tus "amigos"—hizo el gesto de comillas con sus dedos.
—A mí me da igual lo que puedan decir, Sae... lo siento, no te quise hacer sentir incómoda, sólo quise contarlo porque me siento muy feliz contigo y créeme que lo gritaría al mundo si fuera posible, en serio lo lamento.
—No es tu culpa, lo entiendo porque quisiera hacer lo mismo, empezando por mi padre, pero ellos son el problema, y no entiendo porqué hacen tanto alboroto por nuestra relación ¿es sólo porque soy mujer?
En realidad era así. En la universidad tenía a ciertos chicos detrás de mí pero jamás le di la oportunidad a alguno de acercarse. En ese entonces, todos tenían una visión acerca de mí de que me gustaba salir con chicos, cuando en realidad me importaba muy poco estar en una relación o algo por el estilo. Decían que yo los "utilizaba" por diversión y que cuando me aburría, los "desechaba", claramente eran sólo rumores de la universidad porque sabían que pertenecía a un grupo que se hacía notar y porque soy hija de empresarios, siempre resaltando frente a todos.
—¿Para ti el hecho de salir con una mujer es un problema?—pregunté.
—No, claro que no.
—Entonces, si para nosotras no es un problema, que nos de igual lo que piensen.
—Tienes razón—me miró.
—Claro que la tengo.
—Pero si escucho a ese tipo hablar nuevamente de esa forma juro que lo golpearé donde más le duele.
—Sé que lo harás, mi Sae—sonreí.
Logré sacarle una sonrisa y eso me hacía sentir más tranquila. Ella estaba muy furiosa y a decir verdad, temía que discutiéramos sólo por lo que dijo ese asqueroso, ni siquiera valía la pena hacerlo.
Me tomó de la cintura y me dio un beso corto para luego tomarme la mano y volver a la terraza con los demás.
—Chicas ¿qué pasó con Seok? Tomó sus cosas, no dijo ni una sola palabra y se fue—dijo Jiyu, una de las chicas.
—Me alegra oírlo—dijo Sae por lo bajo.
(...)
Quisimos cambiar el tema y no dar explicaciones. Y luego de un largo rato más charlando de temas random que aparecían, decidieron que era hora de volver a sus casas.
Eran cerca de las ocho y Sae también debía volver a su casa ya que necesitaba saber en qué condiciones estaba. No quería que se fuera, pero debía aceptarlo.
Fue por sus cosas y una vez regresó a la entrada, comenzó el momento de la despedida.
—Gracias por el viaje, aunque en realidad... tengo que agradecerte por todo lo que has hecho—dijo ella.
—Y por lo que me falta hacer.
Ella sonrió ante mi respuesta. Era cierto, todo lo que había hecho hasta ahora no era nada comparado con todo lo que podía entregarle.
—A pesar de lo que pasó, fue lindo escucharte hablar de mí como tu novia—dijo tomando mi mano.
—Así es, oficialmente.
Ambas suspiramos a la vez, lo que nos hizo reír. Nos miramos a los ojos y Sae habló.
—Oye... cuando dije que estaba enamorada de ti frente a todos era cierto, de verdad lo estoy.
—Y yo de ti—me acerqué un poco más.
—Es lindo tenerte, enana—dijo tocando la punta de mi nariz con su dedo índice.
—No me puedes hacer bullying por ser bajita, tú eres la enorme aquí.
—Lo sé, sólo me gusta ver cómo cambia tu cara—rió.
Me crucé de brazos fingiendo estar molesta, ella siguió riendo y me abrazó.
Estar entre sus brazos es de las mejores sensaciones. Sentir los latidos de su corazón me causa mil cosas y siento que nada malo va a pasar, como si ella fuera un tipo de escudo contra todo peligro.
—Casita—susurró.
—¿Qué?
—Contigo me siento en casa.
Me separé un poco para mirarla y sonreí.
—Bueno, ya es hora de que me vaya, no quiero que se me haga más tarde.
—Está bien, adiós.
Me dio un último beso, se despidió y tomó la manilla de la puerta.
(...)
Eran cerca de las tres y no podía dormir. Tomé mi celular y abrí mi chat con Sae de casualidad, cuando vi que su estado era "en línea".
Le pregunté si tampoco podía dormir, espere unos segundos y noté que estaba escribiendo:
—No, se me quitó el sueño—respondió.
—Ven a dormir conmigo.
—¿Crees que juntas podríamos "dormir"?—me sonrojé al leer eso.
—¡Sae!
—Lo siento jaja, ya es hora de que al menos intente cerrar mis ojos, debo levantarme temprano para ir a tu casa.
—Te esperaré con el desayuno, como cada mañana.
—Por eso y más es que te amo—sonreí al leer aquel mensaje y respondí.
—Y yo a ti, descansa.
Dejé mi celular en la mesita de noche con una sonrisa y finalmente cerré mis ojos. Ya quería que fuese mañana para volver a estar con ella.
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Te odio a millones |Jibyeok
FanficKang Saebyeok, una chica de veintidos años se ve en una situación en la que ya no puede pagar lo básico de su hogar, junto con ello, debe enfrentar lo dura que ha sido su vida e intentar salir adelante como sea, aceptando el trabajo de la señora Min...