Capítulo 40: Lugar seguro.

457 97 254
                                    

|Saebyeok|

Jiyeong me mostró el segundo piso de la casa y yo no podía dejar de pensar en lo hermoso que era todo. A medida que seguía recorriendo, me impresionaba aún más.

Sentía que estaba soñando, jamás pensé que algo así podría pasar, estar en una casa enorme frente a una playa privada con mi novia.

Hasta la palabra "novia" era nueva para mí, nunca imaginé esto, y me sentía tan feliz de tener a una persona como ella a mi lado, no podía pedir más y no me podía sentir mejor. Hoy sería un lindo día.

(...)

Ya habíamos preparado el almuerzo y acabábamos de terminar de comer, así que a Jiyeong se le ocurrió la idea de ir a caminar a la playa, no sin antes ponernos bloqueador solar.

—¿Lista?—preguntó ella.

—Lista.

Tomó mi mano y salimos por la puerta trasera. Aún no podía creer que estuviéramos aquí.

Caminamos descalzas por la arena hasta llegar a la orilla. Subí mis pantalones hasta la rodilla y al mínimo contacto de mis pies con el agua cerré mis ojos para disfrutar el momento. Sonreí, no podía dejar de hacerlo.

—Es lindo verte sonreír, tienes una sonrisa hermosa—la oí decir, lo que hizo que abriera mis ojos.

—Y hoy la razón eres tú.

Noté que se sonrojó un poco y desvió su vista, igualmente con una sonrisa.

—Tu sonrisa también es hermosa, luego de haberte visto triste tantas veces es lindo verte así—volví a hablar.

—Hace mucho que nadie me hacía sonreír de manera sincera o reír de felicidad, contigo es todo tan diferente y me gusta que sea así.

—Y a mí me gustas tú.

Se quedó un segundo en silencio, me miró y finalmente habló.

—Sae...

—Dime.

—Te... amo.

Me detuve, era primera vez que ella me decía "te amo". Esa es una palabra muy grande y nunca la había oído de otra persona que no fuera mi padre.

—¿Qué? Repítelo.

—Nada, tal vez me apresuré, lo siento si te hice sentir incómoda, no tienes que devolvérmelo—desvió la vista hacia el mar mientras caminábamos.

Tomé su mano e hice que nos volviéramos a detener. Ella me miró a los ojos, estaba sonrojada nuevamente.

—También te amo—dije acariciando su mano con mi pulgar.

Subió su mano libre a mi mejilla y se puso de puntitas para besarme. Al separarnos, nos miramos a los ojos por unos segundos y la atraje hacia mi cuerpo para abrazarla fuertemente.

—Eres tan chiquita en tamaño pero tienes un corazón enorme.

—Cuando te comience a doler la espalda no dirás lo mismo—reímos ambas ante su comentario.

Nos quedamos mucho tiempo más allí, sentadas en la arena hablando de lo que sea, disfrutando de nuestra compañía y aprovechando el momento hasta que llegó el atardecer, se veía hermoso desde el lugar donde estábamos. Jiyeong tenía su cabeza apoyada en mi hombro y estábamos tomadas de la mano sentadas en la arena. Esto era todo lo que necesitaba.

—No me quiero ir, es todo tan hermoso que podría quedarme por mucho rato más, y tenías razón cuando dijiste que este lugar sólo transmitía paz.

—Mmm... no dije que nos iríamos hoy—dijo levantando su mirada hacia mí.

Te odio a millones |Jibyeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora