|Saebyeok|
La mañana había pasado muy rápida, hasta ya habíamos comido.
No sabía dónde estaba Jiyeong, luego de comer no la vi más. No nos dirigimos palabra alguna mientras almorzábamos y debo admitir que fue incómodo luego de lo que pasó en la mañana.
Estaba camino a la sala de estar, cuando la vi en el sofá con traje de baño aplicándose protector solar.
El día estaba soleado y algo caluroso, supuse que si se iba a meter a la piscina no le haría mal.
—¿Me ayudas?—dijo cuando me vio aparecer.
—¿Qué?
—No alcanzo a ponerme protector solar en la espalda—dijo estrechándome el tubo, pero la deje con la mano estirada.
—Ni loca.
—Que amable eres, es un gusto hablar contigo siempre—pasó la crema por sus piernas.
—No, no lo soy y nunca hemos tenido una conversación para que digas eso.
—Lo sé, fue sarcasmo.
—Cállate, obviamente lo noté—respondí.
|Jiyeong|
Una vez lista, tomé mi toalla y fui a la piscina. Claramente no me pude poner protector solar en la espalda, luego ardería y dolería mucho.
Sentí los pasos de Saebyeok detrás de mí.
—Oye ¿no te quieres meter a la piscina conmigo?—pregunté volteándome a verla.
—Estás loca, además no me pagan por divertirme.
—Era sólo una pregunta.
(...)
Había pasado un largo rato y ya había nadado lo suficiente, así que ahora me encontraba recostada en una de las sillas al lado de la piscina mirando mi móvil. Llevaba mis gafas de sol puestas y ya me sentía un poco cansada.
|Saebyeok|
Mientras Jiyeong estaba en la piscina, no podía dejar de mirarla desde la ventana del despacho de su madre. Para ser sincera, tiene una muy linda figura, ella es hermosa y se veía muy divertida en el agua, de vez en cuando sonreía y eso me provocaba algo difícil de explicar, una sensación que me hacía sentir rara.
Cuando fui a la cocina, me sorprendió verla ahí. Estaba cubierta con la toalla y descalza.
—Dejaste el piso mojado y lo había limpiado esta mañana—dije tomando algo para secarlo.
—Sólo vine a buscar jugo, lo siento.
La vi ponerse de puntitas, quería alcanzar algo pero no lo lograba.
—Obviamente no alcanzas ¿qué quieres?—pregunté dejando a un lado lo que estaba haciendo.
—Pusiste los vasos muy arriba.
—Eres enana y muy molesta además.
—No, tú eres demasiado alta, si quisiera besarte me tendría que poner de puntitas... o poner... algo para... subirme...
Cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo comenzó a tartamudear y se quedó en silencio. Abrí mis ojos ¿ella se oía hablar?
—¿Qué? ¿Acaso tú quieres besarme?
—No, no, claro que no, era una broma—dijo negando con la cabeza.
Me acerqué un poco más a ella, ella no hizo movimiento alguno, no dio ningún paso atrás. Nos miramos a los ojos durante unos segundos y ella se comenzó a acercar un poco más.
Estábamos lo suficientemente cerca que podía sentir su respiración chocando contra mis labios.
|Jiyeong|
Fijé mi vista por un momento en los labios de Saebyeok y mordí los míos. Cuando estábamos a punto de unirnos cerré mis ojos, incluso me puse un poco más de puntitas para poder alcanzarla, ya que la diferencia de estatura es bastante notoria, pero la sentí alejarse de mi bruscamente.
—Fue una pésima broma, ni en un millón de años te besaría—dijo tomando el vaso que le pedí y lo dejó en el mesón.
Salí de la cocina avergonzada y ¿enfadada? Ni siquiera tomé el vaso, subí a mi habitación rápidamente y cerré la puerta fuerte, supuse que hasta ella pudo oír el ruido.
Me estaba comportando como una niña y no entendía la razón.
Me lancé sobre la cama y comencé a susurrar la palabra "estúpida", repetidas veces para mí misma mientras tapaba mi cara con la almohada.
|Saebyeok|
No sabía ni lograba entender lo que acababa de pasar, ni siquiera el comportamiento que ella tuvo, ¿o acaso ella no estaba bromeando y en realidad sí quería besarme? Tenía muchos pensamientos confusos en mi cabeza, pero el que más se repetía era que... ¿yo también quise besarla?
Tal vez una parte de mi sí deseaba hacerlo, pero jamás lo admitiría.
(...)
Había pasado un largo rato y yo ya había terminado mis tareas de hoy. Así que me encontraba en el comedor dibujando.
Jiyeong no había salido de su habitación desde lo que pasó en la tarde y eso me llamaba mucho la atención.
Lo pensé bastante y era casi imposible que ambas nos hayamos querido besar, ella no me soporta y por otro lado, yo tampoco a ella ¿o sí había algún grado de posibilidad que yo ignoraba?
Rato después, cerca de las siete, la oí bajar las escaleras. Escondí la hoja en la que estaba dibujando y me levanté del comedor.
Ella había entrado a la cocina. Guardé mi dibujo y decidí seguirla.
Cuando entré, noté su rostro; era una mezcla de enfado y tristeza, sabía que había llorado, pero también tenía una expresión de enojo que era imposible de disimular, sabía que estaba molesta conmigo.
Se estaba preparando un café. Quería hacerle tantas preguntas, pero sabía cómo me iba a responder, o tal vez ni siquiera lo haría.
—¿Te pasa algo?—pregunté.
—No ¿por qué preguntas?—suspiró.
—¿Estabas llorando porque no te besé?
—No estoy de ánimo para tus bromas—dijo dandole un sorbo al café.
No dije nada más.
Ya tenía un poco de hambre, así que mientras ella bebía su café yo me preparé algo.
Estuvimos en silencio mucho rato, ella estaba muy pensativa, miraba a la nada o de vez en cuando tomaba su móvil.
Tomé mi comida para ir al comedor y la vi terminar su café, tomó la taza y la llevó al lavabo. Me impresionó e incluso me extrañó verla lavar su propia taza.
—¿Acaso estás lavando eso?—pregunté viéndola.
Ella sólo se volteó a mirarme con molestia y siguió con lo suyo.
—Debes sentirte muy mal para estar haciendo eso, jamás te había visto lavar algo de tu propia casa—bromeé.
Una vez acabó, se secó la manos, me dedicó una última mirada y salió de la cocina, dejándome sola nuevamente.
Ella actuaba de forma muy rara desde nuestro "casi beso". No quería darle más vueltas, pero ella me hacía volver a pensar y cuestionarme cosas con respecto a eso, ¿por qué se había enfadado tanto? ¿al menos seré yo la razón por la que actúa así? Nunca sabría lo que estaría pasando por su cabeza, y preguntarle no era una opción, así me quedaría con la duda.

ESTÁS LEYENDO
Te odio a millones |Jibyeok
FanficKang Saebyeok, una chica de veintidos años se ve en una situación en la que ya no puede pagar lo básico de su hogar, junto con ello, debe enfrentar lo dura que ha sido su vida e intentar salir adelante como sea, aceptando el trabajo de la señora Min...