Capítulo 42: Marcando territorio.

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|Saebyeok|

Jiyeong y yo comimos algo rápido y comenzamos a preparar algunas cosas para cuando llegasen los invitados a esta especie de "reunión". Sólo esperaba que no se transformara en una fiesta, mi primera experiencia para el cumpleaños de Jiyeong fue horrible y no quisiera pasar por lo mismo.

El timbre de la puerta principal sonó y Jiyeong corrió a abrir. Yo la seguí para saber qué personas venían y asegurarme que ese chico desagradable no estuviera aquí.

—¡Hola! Tu portero nos dejó entrar—dijo una de las chicas saludándola.

—¡Hola! Entren y siéntanse cómodos—le respondió Jiyeong.

Entraron siete personas y entre ellos, vi a dos chicos cargando varias botellas de alcohol. Sólo esperaba que esta vez se comportasen. No seríamos tantas personas como en su cumpleaños, pero esperaba que esto acabara bien.

Salieron todos a la terraza. Yo estaba sola por un lado y Jiyeong al verme, me tomó de la mano para acercarme al grupo.

—¿Cómo has estado, Jiyeong? El día de tu cumpleaños se notó que lo pasaste muy bien con Na-moo—rió uno de los chicos.

«Con que ese es su nombre», pensé.

—Ehh... sí, lo pasé muy bien—respondió con tono de nerviosismo en su voz.

—Lo notamos—dijo el mismo chico haciendo un movimiento de cejas que me hizo sentir muy incómoda.

—¿Y por qué no le das una oportunidad? Es atractivo y además le gustas—dijo esta vez una chica.

Jiyeong me miró por unos segundos, suspiró y habló.

—Porque ya hay alguien en mi corazón, y es mucho mejor que él.

Todos se comenzaron a mirar entre ellos sin entender nada. Yo sólo le sonreí.

—¡¿Cómo que tienes novio y no nos dijiste?!

—De hecho... tengo novia—respondió Jiyeong.

—¿Qué?

—Chicos, Saebyeok es mi novia—dijo volviendo a tomar mi mano.

Uno de los chicos que estaba bebiendo casi escupe su cerveza, mientras una de las chicas se levantó para abrazarnos a ambas a la vez con mucho entusiasmo.

—¡Esto es tan lindo! Las felicito, se ven muy bien juntas.

—Gracias—respondimos Jiyeong y yo al unísono.

La chica se separó de nosotras y logré ver algunas sonrisas, como también rostros serios o sin expresión.

—¿Desde cuando te gustan las mujeres, Jiyeong?—preguntó otra de las chicas que estaba sentada, igualmente bebiendo.

—Me gusta Sae, sólo te puedo decir eso—le respondió.

La misma chica se levantó de su asiento como si estuviera ¿molesta? Y al pasar por mi lado, chocó nuestros hombros, claramente de manera intencional.

(...)

Seguimos conversando entre todos, nos reíamos y comentábamos cada tontería que se nos ocurriera. Las cosas seguían un poco incómodas con algunos chicos del grupo, pero intentaba no darle importancia, después de todo, nadie podía quitarme la felicidad que sentía.

—Sae ¿me podrías acompañar a buscar más vasos?—dijo Jiyeong alejándose un poco del grupo.

—Claro—la seguí.

Tomó mi mano y entramos a la casa. Miró hacia todos los lados para asegurarse que nadie nos estuviera viendo y me jaló hasta las escaleras.

—Ehh, la cocina está del otro lado—le dije riendo.

Te odio a millones |Jibyeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora