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Josh termino de aplicarle el suero a la paciente.
—Si necesita algo, solo presione este botón—dijo Josh enseñándole a la señora el botón rojo.
—Esta bien muchachito—contesto la mayor y Josh le dedico una linda sonrisa antes de salir de la habitación.
Se dirigió con Melanie, quien estaba terminando de suturar a una niña de 10 años que se había abierto la cabeza por una caída.
—Ahora también tu vienes a hacerme pasar sufrimiento—expreso la niña y Josh negó mientras se reía.
—No cariño, solo que vine a mirar que tan bien va a quedar tu sutura—contesto Josh mientras le daba un caramelo a la niña, quien era de cabello castaño y ojos azules.
—Listo linda, iré hablarle a tu mamá, espérame un momento—Josh se quedo solo con la niña.
—Eres lindo, me recuerda mucho a las fotos que tenia mi papá en su cuarto—soltó la niña mientras observaba fijamente a Josh—te pareces mucho, al de las fotos, son muy parecidos—Josh estaba muy confundido.
—¿Como se llama tu papá?—pregunto curioso Josh mientras limpiaba lo que Mel había utilizado.
—Se llamada lindo, porque murió hace 3 años—Josh paro todo lo que estaba haciendo, no lo podía creer—se llamaba Tyler Joseph—dijo la niña sin saber como Josh sentía ganas de vomitar y llorar—mi mami dice que mi papá nunca supo de mi, porque ella nunca le dijo nada, ellos se conocieron en un centro, nunca me dijo de que tipo, pero aveces estoy muy triste porque nunca conocí a mi papi, solo miro fotos de él junto con un chico muy parecido a ti, también había cartas que él le escribía a una tal florecita, no se si será una flor literalmente o a una persona, pero escribía cosas muy lindas sobre florecita—menciono mientras abría la paleta y la metía a su boca.
Josh se tuvo que voltear porque había empezado a llorar, pero se controlo y volteo a ver a la niña con una sonrisa.
—Estoy seguro que a tu padre le hubiera gustado mucho conocerte—dijo Josh y en ese momento entro una linda mujer rubia de ojos azules.
—¡Mami!pensé que me habías abandonado!—dijo la niña levantándose de un brinco.
—Tanya Joseph, no te muevas muy brusco porque se que puede volver a abrir la herida, vámonos que tu abuelito Chris nos espera en su casa—menciono la mujer, pero cuando miro a Josh frunció el ceño—me pareces muy familiar, ¿seguro que no nos conocemos?—pregunto la rubia.
