Te conozco #4

117 10 2
                                    

A la mañana siguiente, después de mi desfallecimiento, el cual me ocasionó un desmayo. Sigo en la enfermería, me he levantado muy temprano, ni siquiera Poppy se encuentra, solo puedo ver por la ventana, hasta que una puerta abriéndose me quita la vista del paisaje.

Era Poppy, con lo cual por ser el único paciente, soy su principal prioridad. Se acerca a mi, siempre con su calidad servicial-¿Quezada, como te encuentras hoy?-de verdad, no sabía cómo responder esa pregunta, en lo físico me encontraba bien, pero en lo psicológico en ese instante me sentía aceptable, pero sabía que cuando saliera de la enfermería volverían mis tormentos. Solo respondo por obligación-Me encuentro bien, señora Poppy-se va de mi lado, para comenzar a organizar sus cosas. Mientras tanto, lo único que puedo hacer es mirar por la ventana.

Por mi cabeza pasa un razonamiento, ¿cómo llegue aquí?, lo último que recuerdo es estar con Penny, pero no creo que ella me haya traído cargado, por lo cual le pregunto a la señorita Poppy-¿Disculpe, pero usted me podría decir cómo llegue aquí?-por lo visto es una pregunta que le hacen muy seguido, porque no tuvo problema uno en responderla-Quezada, tu amiga Penny busco ayuda con Hagrid, y el fue quien te trajo a sus hombros, pero hay que decir que cuando llegaste había un montón de muchachos esperando verte, parece que has hecho buenos amigos, pero hay una muchacha que me llamo la atención Merula, parece que te conoce muy bien, ella fue quien me dio la idea de ponerte frente el ventanal-después de esta respuesta, se alejo nuevamente de mi para seguir haciendo sus cosas. Me quedo estupefacto por la respuesta, entiendo todo, menos la parte final, la cual destaca a Merula, no puedo sacar de mi cabeza, porque ella se encontraba aquí, y además porque su sugerencia, que por cierto fue acertada.

Me quedo sumergido en mis pensamientos por un tiempo. Hasta que nuevamente algo me abstrae al mundo real, es Merula quien está conversando con la señora Poppy, las observo a lejanía. Es sorprendente que Merula esté despierta a estas horas, ya que hoy es día libre y normalmente sabe ser una chica que los aprovecha para dormir y descansar hasta muy tarde, estos días de descanso normalmente ella solo se levanta para comer.

Veo cómo se acerca a mi, como ya es frecuente, cuando siento su presencia junto a mi, todo mal que esté al frente mío o dentro desaparece solo con su presencia. Posa frente a mi cama, parada con rigidez, con su cara que no representa emoción alguna. Solo puedo contemplar su figura por completo, desde sus zapatos hasta su cabello, y no me queda otra que admirar a semejante ser, por lo general para mi la belleza es algo subjetivo, todos tiene un concepto de belleza diferente, pero le llamaría loco a cualquier persona que dijera que Merula, no es "bella".

Cómo es frecuente Merula, es quien me tiene que sacar de mis pensamientos-¿Quezada, a qué viene esa cara de bobo?- sin darme cuenta al momento de contemplar la belleza de ella, he puesto una expresión que algunos me tacharían como psicópata, de inmediato cambia mi expresión facial, para parecer de lo más normal. Pero prosigo, metiendo un poco de leña al fuego-Es que es extraño verte, lo único qué haces es dormir en estos días-lo digo con un toque sarcástico, y con una risita de por medio.

Esperaba una respuesta violenta como sabe ser costumbre con Merula, pero por mi sorpresa escucho una risa, eso no se ve todos los días. Es agradable oír su risa, así que no tengo de otra, que acompañarla, nos reíamos los dos juntos sin parar, hasta que Poppy nos silencio. Después de este momento, nuestras miradas se cruzan, nos quedamos admirando nuestras vistas por un momento, era reconfortante el silencio a nuestro alrededor, se sentía como que solo nosotros dos existiéramos en este mundo.

Pero Merula, lo tenia que arruinar, ya que pregunto-¿Quezada, que hiciste ayer que fue tan estúpido para aparecer en la enfermería?-creo que es su manera de preguntar, ¿estás bien?, pero era imposible que Merula dijera esas palabras, así que parafraseo su pregunta. No quería que otra persona, supiera lo qué pasó ayer, pero siento que Merula, de verdad está preocupada, ya que se levanto muy temprano, solo para preguntarme esto. Le explico lo sucedido ayer a detalle, solo puedo notar que en su cara no hay cambio de expresión alguna, es como hablar con un muerto viviente. Ella solo se sienta en la silla qué hay a lado de mi cama, pone su mano en el filo de esta, parece que trata de poner su mano encima de la mía, pero no lo logra, lo máximo que consigue es que sus dedos rocen mi mano; nos quedamos ahí un instante, ella tenia puesta su mirada en mi mano, y yo en sus ojos. Me moría por sentir el calor de su mano, sentir la delicadeza de esta entre mis yemas, poder sentirme acompañado por ella, pero era evidente que esto no iba a suceder.

La ElecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora