La Elección

Realidad #16

A pesar de haber dormido, no me despierto en plena forma. Le hecho la culpa al sofá, ya que gran parte de la noche pase dormido ahí hasta llegar a mi cama. Al levantarme de mi cama siento como me crujen los huesos y mis párpados se caen por el cansancio. Aun así me alisto para otro día en el infierno.

Las clases pasaron con normalidad entre comillas. Lo típico, Penny concentrada y Merula riendo con Barnaby sin parar todo el día, nada nuevo que contar. Al finalizar clases me dirijo al patio, se ha hecho una costumbre en mis persona. Cómo es habitual Rowan y yo, pasamos toda la tarde conversando a lado de la fuente. Fue una conversación amena, sin relevancia. Hasta que Rowan comenzó con su interrogatorio, me había olvidado lo persisten que puede llegar a ser-¿Sigues pensando en Merula, verdad?-En su tono se podía saber que él ya sabía mi respuesta por anticipado. Solo le respondo lo que él ya sabía-Si, aún la sigo pensando-Sigue notándose en mi tono ese sabor agridulce con el tema.

El solo me mira y con una voz muy suave, la cual quería suavizar el golpe-¿Te puedo decir algo, sin que te enojes?-No sabia a donde me iba a golpear, aún así le afirmo que puede seguir solo con mi cabeza, él prosigue-Te contaré una cruda realidad, ella no piensa en ti, ella no te necesita, el hecho de que tú sientas algo no hará que ella también lo haga de la misma forma que tú-El esperaba una reacción agresiva de mi parte, en cambio recibe-Gracias Rowan, gracias por el consejo-Sabía que su intención era ayudarme y tratar que abriera mis ojos, y de cierto modo lo hizo.

Seguimos con otro tema trivial como si nada. Al pasar el tiempo él se despide de mi persona y me deja solo en el patio. Solo me quedo sentando admirando el anochecer, por lo tanto mi cabeza comienza a sobrepensar las cosas y se enfoca en las palabras de Rowan sobre Merula.

Se que tiene un poco de razón en estas, las analizo y saco mi propia conclusión: "Al final te cansas, te cansas de que pasen de ti, de que un día estén y otro no, de lo falso que pueden llegar a ser. Eso cansa y espero que el día que note que ya no soy igual, No me pregunte porque cambie".

Se que mi conclusión puede llegar ha ser dolorosa y cruda, pero es "mi conclusión". No la podía cambiar, es lo que pienso y no hay vuelta atrás. Esto no significa que no lo sienta, ya que sentando ese anochecer siento como de a poco mis ojos se escurren lágrimas y bajan por mis mejillas. Lloro un buen rato, hasta calmarme aunque no lo consigo del todo. Aunque de mis ojos caen alguna que otra lagrima, prefiero irme a mi cuarto para descansar. Así que me dirijo a mi casa, al pasar por un pasillo que estaba cerca de esta. Me encuentro por fortuna o desgracia con Penny.

Nuestras miradas se juntan, ella se percata al instante de mi estado de ánimo, aunque yo soy el primero en reaccionar. Por puro instinto, la abrazo rápido y acerco mi boca a su oído para decirle-Espero me perdones por no haber podido ser lo que tanto querías, porque sé que merecías algo mucho mejor que un tipo inseguro y deprimido como yo-Al decir esto tan cerca de esa melena rubia, nuevamente mi llanto se hace constante, como la anterior noche comienzo a llorar desconsoladamente a lado de Penny.

Ella de verdad se notaba que no sabía cómo reaccionar, aunque sale bien de la presión. Se suelta un segundo del abrazo para agarrarme del mentón y acercar mi cara a la suya, para consolarme-Frank, eres lo que siempre busque. Eres todo lo que quería-Al acabar de decir esto, nuevamente se junta a mi abrazo. Sus palabras de a poco me hicieron tranquilizar, hasta parar de llorar.

Pasamos un buen rato abrazados, hasta que ella se dispone a despedirse ya que mañana aún habían clases-Frank me tengo que ir, pero no quiero verte así. Me hace daño verte de esa forma, quiero volver a recuperar a ese niño alegre que eras-Me da un beso en la frente y se va a su cuarto. Yo también ejecuto la misma acción.

Al entrar en mi cuarto me alisto para dormir, hasta me acobijo y trato de reconciliar el sueño, pero por alguna razón era imposible. Pase toda la noche y madrugada pensando en los ojos morados de una castaña, y tampoco faltaba pensar en la cabellera rubia y cuerpo esbelto de una chica de agradable sonrisa. Hasta que la mañana se hizo presente, no estaba para nada listo para otro día en el infierno.