La Elección

Aflicción #10

Ha pasado una semana desde la pelea con Penny, no sé cómo sentirme al respecto. Digamos hoy es un nuevo día, y cómo viene siendo costumbre esta semana me levanto pensando en ella. Este pensamiento ya era habitual pero se ha intensificado esta última semana, todo debido a nuestra discuta.

Después de nuestra riña, al día siguiente traté de hablar con ella, pero me ignoró. Los días siguientes he tratado de hablar con ella o tratar de llamar su atención, pero simplemente ignora mi persona, es como si no existiera para ella. Literalmente hemos estado caminando juntos pero cundo trato de expresar una opinión o comenzar alguna conversación, ni siquiera sé se da cuenta de mi presencia cuando lo hago.

Me enfada de manera exponencial que lo haga, sigue caminando a pesar de que yo esté hablando con ella. Se ha comportado de esta manera cortante toda esta semana. No sé cuánto dure mi paciencia, antes que explote y reaccione de mala manera.
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En este día me levanto entusiasmado, lo que se ha convertido en algo inusual. Pero esta actitud es por una circunstancia puntual, ya que me dispongo a acomode lugar arreglar las cosas con Penny.

Me cambie lentamente para cuidar mi imagen personal, cuando me miro al espejo me doy cuenta que no me he visto en estado de plenitud en mucho tiempo. Al acabar cojo las cosas necesarias para las clases de hoy, y me dirijo al pasillo el cual conduce a mi clase de "duelo".

Cuando estoy a punto de llegar a la clase, me doy cuenta que a unos cuantos metros se encuentra la niña de cabello dorado, la cual esta semana me ha atormentado.

Con decisión y tratando de cumplir el objetivo que me había planteado hoy, me dirijo donde está ella. Trato de iniciar una conversación-Penny ¿Podemos hablar?-Mi tono es suave y trato de que este suene tierno. Ella solo me mira, y en un acto inesperado comienza a caminar. Es inesperado, pero estaba en mis planes que esto sucediera, así que ejecutó mi plan. Aceleró su paso y me planto adelanto de ella, y nuevamente hablo-¿Podemos hablar?-Esta vez mi voz ya no es tan suave, pero tampoco es que fuera singular. Estaba confiado de que con esta acción, por fin me hablara nuevamente. Esta chica de forma descarada, solo me mira de arriba a abajo, y sigue su camino rodeándome. Cuando realiza esta acción, es lo que colma el vaso y hace que mi paciencia se fuera por la borda.

Por puro instinto le agarró del brazo, mi agarre es brusco. La giro hacia mi persona y le apego a mi cuerpo lo más cerca posible. Con un tono de voz seco que se podría catalogar como atemorizante, pronuncio-Haywood, no te atrevas a ignórame de esa manera-Nuestras caras están a centímetros, podemos sentir nuestra respiración. Ella solo se suelta de mi agarre lo más rápido posible, y se queda inmóvil mirándome.

Sinceramente iba a continuar, pero me percato de las personas del alrededor, las cuales nos están mirando fijamente, y me doy cuenta que acabo de crear una escena. Así que todo síntoma de valentía o arrebato, se dispersa y se convierte en vergüenza. Por lo tanto, solo puedo caminar del lado contrario, y tratando de alejarme del lugar.

Al ya encontrarme distanciado, y aunque me tocaba asistir a clase de "duelo" en esa zona, prefiero no asistir. Me quedo sentado en uno de los pasillos, y trato de recapacitar lo ocurrido.
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La hora de clase se acaba, así que me dispongo a dirigirme a la otra clase. Al caminar noto miradas las cuales se enfocan en mi persona, al mismo tiempo puedo escuchar susurros y alguna que otra palabra las cuales están centradas en lo qué pasó a primera hora conmigo y Penny.

No le doy importancia, y sigo mi camino. Al llegar a la clase, me doy cuenta que estoy en el mismo espacio que Penny. Después de lo ocurrido, no es lo mejor del mundo. Solo me siento en una mesa y trato de que mi concentración vaya a la clase, y no a los susurros o a su vez en la rubia.
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Han pasado tres horas más de clases, y por fin toca un receso. Se que es la oportunidad para distanciarme de todos, y así lo hago. Camino sin parar hasta la parte más alejada del castillo.