La Elección

El tormento #7

Han pasado unos días de mi accidente, todo a mi alrededor es diferente. Todos los que me visitaban día a día, se han ido distanciado, cada día recibió menos visitas; no los culpo. La causa de este acontecimiento no la sé, aunque tengo en claro que la gente, se va en un cerrar de ojos, por lo tanto me hago a la idea de que la vida, es un pasar de personas que solo llevan una máscara puesta.

Las dos únicas personas, o por así decirlo han intentado estar conmigo han sido Merula y Penny. Y porque digo que lo han "intentado", ya que la primera lo único que ha hecho es estar afuera, viéndome de una distancia muy alejada, mientras que Penny lo único que hace cuando llega es llorar sin parar, y seguir culpándose de lo ocurrido; aunque no la culpo, entiendo su posición.

Han sido unos cinco días muy agotadores, no he podido ni siquiera pararme de la cama, apenas puedo ir al baño. Lo único que he hecho es mirar por la ventana, y sobrepensar las cosas, que parece que es mi nuevo tormento. Pienso y pienso sin parar, como hubiera podido cambiar las cosas, aunque ya no tiene ningún sentido hacerlo, porque ya pasaron.
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Por fin he podido salir, aunque me esperaba algo más especial, lo único que he recibido ha sido un "me alegro" de todos. Mientras caminaba entre los pasillos, después de mi recuperación he podido notar que toda la gente me mira raro, como si tuviera algo en la cara. Sus miradas son profundas y se notan sus prejuicios así mi persona, he podido escuchar alguna que otra cosa, las cuales resaltan que voy a acabar como mi hermano.

Trato que mi regreso a la vida normal, se lo más natural, aunque eso es difícil sabiendo mi persona. En mi primer día afuera de la enfermería, lo único que he hecho es sentarme en la sala comunal y tratar de igualarme de las clases que falte, lo hago con pura inercia. Al día siguiente solo salgo a clases normales, como si nada pasara. Nuevamente siento las miradas en mi, trato de que eso no me distraiga, aunque es difícil la verdad. Pasa el día lo más normal, aunque eso es solo un decir, ya que ha sido una tortura.

Hace unas semanas pasadas, al acabar clases lo que hubiera hecho es encerrarme en mi cuarto, pero se que eso de cierta manera no es lo "correcto", por lo tanto al acabar las clases, trato de que todos mis deseos de estar encerrado y aislado de la sociedad se dispersen, pero que voy hacer...sino tengo nada que hacer. Con mi fuerza de voluntad, trato de caminar por los pasillos de Hogwarts lo más tranquilo posible, aunque es una tarea difícil, puedo disimularlo. Y nuevamente llego al famoso patio, donde está vacío como es costumbre a estas horas de la tarde, por lo tanto es el mejor lugar para estar en este momento para mi persona.

Nuevamente el malestar llega a mi cuerpo, este había desaparecido cuando estaba en la enfermería, pero nuevamente arremete con mi cuerpo, y la tortura continua se hace presente. Se que todo va a volver ha hacer como antes, como semanas anteriores, gracias a este sentimiento o malestar que rodea mi cuerpo. Es algo que no lo puedo explicar, pero lo único que me atrae son sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza. Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia. Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como los pasatiempos o los deportes.

Sin sentido alguno, y en mitad del patio comienzo a llorar, no es fuerte o se hace notar, pero a mi persona cada gota es una daga en mi espalda, lloro en silencio mi cabeza vuela entre las nubes, soy una persona la cual está inerte en mitad de la nada. Esta acción no puedo pararla, lo hago por pura inercia, mi cuerpo me lo pide y no hay manera de que la pueda parar. Me acomodo en una grada de la fuente, solo llorando y pasando el tiempo. Se hace de noche y aunque mis lagrimas no paran de salir, me dispongo a ir a mi cuarto. Camino hasta este, y al llegar sigo llorando, solo puedo acostarme en mi cama y tratar de dormir. Duermo en la madrugada faltando treinta minutos para el inicio de clases, y esto lo hago por el cansancio de haber llorado desconsoladamente. Cuando me levanto apenas tengo cinco minutos para alistarme, así que ya se imaginarán mi apariencia al momento de asistir a clases, es tan demacrada que Snape, estuvo a punto de sacarme de clases.

Nuevamente he acabado un día de clases, y otra vez tengo el dilema. ¿Que hacer? Aunque sé que de alguna manera tengo que instalarme nuevamente en la sociedad se me hace muy difícil, ya que siento una sensación de nerviosismo, agitación o tensión. Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe. Aumento del ritmo cardíaco. Otras síntomas que aumentar a mi lista de males. Aunque trato de ir a socializar en el comedor, me dispongo a dirigirme a mi cuarto y dormir todo lo que no pude el día anterior, por mi fortuna al llegar a este, no hay obstáculo uno que me impida dormir, así que duermo hasta el día siguiente.

Ya que la noche anterior no tuve dificultades para reconciliar el sueño, este día si puedo levantarme temprano para alistarme de mejor manera. Asisto a clases como es habitual, y parece que este día puede ser mejor, he estado de buen ánimo, y no he tenido ningún síntoma de los anteriormente mencionados, es tal la mejoría que me dispongo ha hablar con Rowan, me lo encuentro después de clases en el comedor, está rodeado de un grupo de personas las cuales conozco, pero superficialmente, trato de unirme al grupo pero siento de repente angustia por sentirme avergonzado o humillado. Temor intenso de interactuar o hablar con extraños. Temor a que los demás noten que estoy ansioso. Temor a tener síntomas físicos que puedan causarme incomodidad, como sonrojarme, sudar, temblar o que me tiemble la voz.

Parecía que hoy podía ser un día mejor, pero fue todo lo contrario, pasó poco tiempo con ese grupo, y mejor me dispongo a ir a dormir. Solo me acuesto y puedo mirar el techo sin ninguna idea, lo único que puedo decir es: ¿Que me pasa?
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Por cierto en este momento el prota, está sufriendo: depresión, ansiedad y ansiedad social