El sol penetraba con fuerza por la ventana abierta, sus rayos directos en mi cara me sacaron abruptamente de un sueño que, por una vez, había sido tranquilo hasta ese momento. Parpadeando contra la luz brillante, mi primer pensamiento fue el vacío a mi lado en la cama, un recordatorio agudo de que Merula no había pasado la noche conmigo. El espacio sin su presencia se sentía más frío, más amplio, y un ligero malestar se instaló en mi pecho al recordar la noche anterior.Con un suspiro, me levanté de la cama, decidido a empezar el día aunque fuese sin su calor reconfortante. Caminé hacia mi armario y elegí cuidadosamente mi vestimenta; opté por un look old money, que sabía que me daba un aire de sofisticación inadvertida. Me vestí con un suéter de cachemira sobre una camisa de botones color crema, los puños asomando precisamente bajo las mangas del suéter. Elegí unos pantalones chinos en color beige y completé el conjunto con unos mocasines de cuero marrón pulido. Cada pieza era discreta pero hablaba de un legado de calidad y estilo clásico.
Ya vestido, me dirigí a la sala comunal, que estaba inusualmente tranquila a esa hora temprana. La mayoría de mis compañeros aún dormían o se tomaban su tiempo para empezar el día. Con un libro en mano, me acomodé en un sillón apartado, intentando sumergirme en la lectura para distraerme de la soledad.
No había pasado mucho tiempo cuando escuché pasos acercándose. Levanté la vista para encontrarme con Rowan, quien llevaba una expresión de curiosidad mezclada con preocupación.
—¿Temprano hoy, eh, Frank? ¿Todo bien? —preguntó, sentándose en el sillón frente a mí.
—Sí, solo un poco cansado. No cerré las cortinas anoche y el sol decidió ser mi despertador —respondí, intentando sonreír.
—Te entiendo. Pero te ves bien, como sacado de una revista de esos ricos tradicionales —comentó Rowan, observando mi atuendo con una ceja levantada.
—Gracias, supongo que es una forma de traer un poco de orden a mi día —dije, cerrando el libro y apoyándolo en mi regazo. —Y, ¿cómo vas tú? ¿Todo listo para las clases de hoy?
—Sí, todo en orden. Pero, ¿seguro que estás bien? No es común verte aquí tan temprano y solo —insistió Rowan, su tono suave indicando que estaba realmente preocupado.
—Realmente, estoy bien, solo es uno de esos días. Pero aprecio tu preocupación, Rowan —aseguré, ofreciéndole una sonrisa más genuina esta vez.
Rowan asintió, aunque no parecía completamente convencido. Sin embargo, decidió no presionar más.
—Bueno, si necesitas hablar o algo, ya sabes dónde encontrarme —dijo, levantándose y dándome una palmada amistosa en el hombro antes de dirigirse a su próximo compromiso.
Solo en la sala, volví a abrir mi libro, tratando de perderme en sus páginas, pero mi mente vagaba, inquieta, reflexionando sobre la falta de Merula y lo que el día nos podría deparar a ambos.
La tranquilidad de la mañana se vio abruptamente interrumpida cuando Barnaby apareció de la nada, plantándose frente a mí con una expresión que no presagiaba nada bueno. Guardé el libro a un lado, sintiendo cómo la tensión empezaba a acumularse.
—Frank, tenemos que hablar —dijo Barnaby, mirando a su alrededor antes de centrar su atención en mí.
—Claro, Barnaby. ¿Qué sucede? —pregunté, intentando mantener la calma aunque su presencia me pusiera en guardia.
—Sé lo que has estado haciendo. Sé que has dormido con Merula estas dos últimas noches —declaró en voz baja pero firme.
El shock de sus palabras me golpeó como un puñetazo. Mi corazón comenzó a latir más rápido, y por un momento, me quedé sin palabras.
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La Elección
RomanceHistoria basada, recopilada e inspirada en Hogwarts Mystery, he sustraído los personajes y la temática de esta, para crear mi propia Fanfic, pero esto no absenta que la historia vaya de acuerdo a la trama del juego, o la misma cadena de reproducción...