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"Ay dios" se decía a si misma la chica de pelo azul obviamente teñido al ver como su único pantalón limpio ya no lo estaba.

Había tirado su pintura en su pantalón negro, y apenas la primera clase iba empezando, vaya forma de iniciar el día.

Trato de limpiar su pantalón con su mano y un poco de agua, en verdad quería que la mancha no se notara, era su pantalón favorito.

—Pareces vagabunda.

— Es que estudio artes. — respondió al intento de insulto de parte de su amiga quien iba entrando apenas al salón — ¿Crees que se quite? — pregunto señalando la mancha de pintura morada en su pierna derecha.

—No.

—Oh dios.

—¿Por qué vienes diferente? no te reconocí.

—No se seco mi ropa que lave ayer y esto era lo único que tenía ¿me veo muy mal?

—Parece que no te has bañado.

—Lo normal.

Ambas tomaron asiento en la misma mesa, dejaron sus mochilas sobre el piso y la de pelo azul se recostó sobre esta.

—¿Cuánto dura esta clase?

—Tres horas.

— Despiertame cuando termine — se volvió a recargar en sus brazos y cerró sus ojos.

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—Por favor acompáñame.

—No Reze, no quiero estar de mal tercio, tu y Denji siempre se besuquean a cada rato.

—Pero esta vez no.

— ¿Te dije que mi ropa no se seco? — intento hablar sobre otra cosa.

—No me cambies el tema.

—Ay.

—Vamos.

—¿Que gano yo por acompañarte?

—Nada.

—¿Y a si quieres que te acompañe?

—Te compraré algo de la cafetería.

—Vamos.

Ambas fueron a la pequeña tienda que había en la cafetería y ahí Sarah tomo unas galletas y se las entrego a su amiga para que las pagará, Reze las tomo de mala gana y pago, salieron de ahí y le entrego el empaque a Sarah.

Caminaron desde el edificio de artes hasta el de arquitectura mientras platicaban sobre la clase que habían tenido.

Se sentaron en el pasto, y Sarah se acostó en las piernas de su amiga mientras comía sus galletas.

—Anoche leí una receta para cocinar galletas con mota.

—¿Que?

—Pense que era más difícil, solo tienes que saber cantidades y quedarán perfectas, quiero intentar hacerlas pero el wey al que le compro no me responde los mensajes.

—Pues cuánto le debes.

—Nada, le pagué todo la última vez.

—¿Con una manoseada?

—¿Que tiene? esta guapo tampoco me quejo.

—Sarah no mames.

—Ay cállate que tu antes de tener novio hacías lo mismo, ahora yo me sacrificó por las dos.

—Que sacrificada.

Ya no pudieron continuar su plática pues Reze se levanto haciendo que Sarah se pegará en la cabeza.

—Idiota.

Reze ni siquiera se molestó en contestarle.

— Pero como te decía puedo hacer las galletas y venderlas, necesito dinero — contaba su plan mientras se levantaba del pasto y sacudía su ropa.

Volteo a ver a su amiga pero ya no estaba a su lado, la busco con la mirada y la vio parada frente al edificio de arquitectura, los alumnos comenzaban a salir así que Sarah avanzo hasta donde Reze estaba.

Era menos las personas que salían y Sarah se aburría de estar parada.

— Ahí viene — interrumpió su amiga.

Sarah miro hacía en frente con fastidio pero su cara cambio completamente al ver al otro hombre que lo acompañaba.

La pareja se abrazo en su encuentro y el hombre que iba del lado de Denji se quedó ahí mirando su teléfono.

—Deja de mirarlo.

Reze hablo para llamar su atención y lo logro.

—¿De que hablas?

—Hazte mensa.

Sarah regreso su mirada a aquel chico.

El tambien la miro, sus ojos conectaron con los de ella.

Sus ojos azules eran lo que lo hacía lucir más atractivo, su simple rostro lo era.

Sarah tuvo un enamoramiento instantáneo.

— Me tengo que ir. — hablo.

Su voz era grave y linda.

Se despidió de su amigo y camino al lado de Sarah.

— Me mie — dijo Sarah cuando el ya estaba lo suficientemente lejos.

Reze nego con su cabeza mientras reía por la cara tan sonrojada de su amiga.

—Ay mierda.

Ambos la miraron por haber dicho eso tan de repente.

—Que vergüenza.

— ¿Estás bien? — pregunto Reze.

—Denji ¿quien era el?

—¿Por qué te lo diría?

—Porque soy amiga de tu novia.

Denji no respondió y en cambio abrazo a Reze caminando con ella dejando atrás a Sarah.

🍁

—Por favor dime su nombre.

Sarah insistía desde hace minutos a Denji para saber el nombre de su amigo pero este se negaba a decírselo y Reze solo veía su teléfono acostada en el regazo de su novio.

—Dame cien pesos y te lo doy.

—No compraré el nombre de alguien.

—Bueno.

Sarah medito de nuevo la propuesta.

—Setenta ¿trato?

—Aki.

—¿Solo Aki?

—Si quieres el apellido dame treinta más.

—Así esta bien.

—Como quieras.

Denji se volvió a recargar sobre el tronco del árbol que tapaba del sol a los tres y cerró sus ojos.

Mientras que Sarah pensaba que haría ya que se había gastado el dinero de sus transportes.

🍁🍁🍁🍁

obvio no me quedaría con las ganas de escribir un fic de Aki.

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