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—Deberían estar agradecidos conmigo.

—¿En qué, tonto?

—En que se conocieron ¿si se dan cuenta que gracias a mi y a mi hermosa novia ustedes se conocieron?

—Sabes que eso no es cierto, de alguna u otra forma Sarah y yo hubiéramos coincidido en algún momento.

— ¿Ah sí? — preguntó Sarah sin entender mucho pues lo que Aki decía era poco probable, nunca hubieran coincidido si no hubiera sido por esa vez que acepto acompañar a Reze.

—Si.

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— Es lindo este departamento. — Sarah cambio la canción y siguió sentada.

Ambos lo estaban, el frío de esa noche era perfecto pues no los hacía estar temblando, ni siquiera necesitaban suéter, ambos estaban sentados en unas sillas que habían sacado al balcón del departamento donde estaban, bebian vino y a la vez fumaban.

—Es de mi hermano pero no le gusta, por eso vive conmigo y de vez en cuando yo lo ocupo.

—Que privilegiado tu hermano, yo lo único que tengo por parte de mis hermanos son traumas.

—No creo que sea bueno que hagas chistes sobre eso.

—Pareces señor, no me afecta hacer chistes de eso pero si a ti te incomoda lo dejaré de hacer.

—No, no me incomoda.

Cambiaron de conversación, hablaban de varios temas no solo uno en específico, ella sin duda alguna se sentía feliz de solo estar sentada con el a su lado, no importaba que hacían pues si él estaba ahí ella era feliz.

Sarah tenía una caja de cigarrillos en su mano la cual Aki le pidió uno, ella acepto y cuando el estaba por tomar la caja la copa de vino de ella cayó manchando toda la playera de Sarah, ambos se levantaron de sus sillas.

—Te prestaré una playera.

—No, no te preocupes, así esta bien igual ya me iba, nada más me pongo la sudadera y ya.

—No Sarah ¿cómo te vas a ir así? fue mi culpa deja que al menos yo lave tu playera.

Después de una pequeña discusión entre si aceptaba o no, se adentraron en la casa ya que al final Sarah si accedió. Caminaba detrás de Aki y miraba las puertas de los cuartos y lo que había dentro de ellos, se pararon frente a una puerta completamente blanca, la única que estaba cerrada de las tres habitaciones que había. La abrió, la decoración era bastante simple, un escritorio a la izquierda con una silla blanca como las de una oficina y arriba de este había una repisa con libros, había otro pequeño mueble a la derecha en el cual había unas bocinas, debajo había más libros, y la cama, frente a ella estaba el closet, un diseño bastante extraño para Sarah.

Se quitó la playera y la dejo en un cesto de ropa sucia que se encontraba en esa misma habitación, se acostó sobre la cama y espero a que Aki buscará la playera que le prestaría. Mantenía los ojos cerrados pues esa cama le parecía demasiado cómoda, tanto que en cualquier momento podría quedarse dormida pero se vio interrumpida en su momento de relajación cuando sintió un peso más acostarse en la cama.

— Esta cama es increíblemente cómoda. — habló Aki.

Sarah abrió los ojos y para su sorpresa se dió cuenta de tres cosas, la primera es que Aki estaba acostado a su lado, la segunda que el también tenía los ojos cerrados y la tercera es que el se veía increíblemente atractivo de perfil, a veces no podía creer que le gustaba a alguien cómo Aki.

—Dios mío ¿por qué eres tan atractivo? es impresionante.

Rió y abrió los ojos encontrándose con Sarah mirándolo, ella le dió una sonrisa a lo que el solo se acercó para besarla y mientras lo hacía con su mano derecha la agarraba de la cintura y después de unos minutos así hablo — ¿Puedo seguir? — preguntó y ella asintió. Con la misma mano con la que la agarraba de la cintura comenzó a recorrer su cuerpo con delicadeza y continuaba el beso.

No pasó mucho cuando ambas manos del hombre empezaron a tocar a Sarah, con su mano izquierda tocaba sus pechos y con la otra la tenía sujeta de la cintura, para ese punto Sarah se encontraba encima de el y ya no había algo que la cubriera de la cadera para arriba.

Sus besos bajaron hasta su cuello y después hasta sus pechos, ella solo soltaba suspiros y se dejaba llevar por el momento, tenía sus manos enredadas en su cuello lo cual le hizo más fácil a Aki cambiar de posición ahora era ella quien había quedado abajo, el se separó por unos segundos para quitarse la playera Sarah no quitó ni un segundo su mirada de él pues era la primera vez que ambos se veían de esa forma, y ambos lo disfrutaban.

Aki regreso a lo suyo y comenzó besando el cuello de Sarah después bajo hasta su cintura y bajo el short que ella llevaba puesto, justo cuando iba a bajar la única prenda que cubría su parte baja la puerta fue abierta de golpe.

— ¡Taiyo! te estoy gritando, no sabía que estabas aquí. — una señora fue la persona que abrió la puerta, cuando vió a ambos en esa situación solo se quedó callada y cerró la puerta de nuevo. — ¡Aki Hayakawa! ponte algo de ropa y sal en este momento. — Sarah lo empujó con sus piernas y se levantó para cambiarse, el solo se puso su playera de nuevo y salio del cuarto dejando a Sarah en este para que se cambiara.

Aunque la puerta estuviera cerrada podía escuchar a la mamá de Aki.

"Tienes tu propia casa ¿no?"

La señora no sonaba enojada.

"Hayakawa al menos la hubieras llevado a la casa para que la conociera, ahora trata de llevarla a cenar a la casa con tu papá un día de estos."

Realmente no fue todo lo que dijo, hubo más cosas pero esas dos fueron las que mejor pudo escuchar y después todo quedó en silencio, los pasos de él acercándose a la habitación la hicieron apurarse y se terminó de cambiar antes de que el entrara.

— ¿Quieres que ya te lleve a tu casa? — asintió y salieron de la habitación.

Sarah tomo sus cosas y cuando paso por la cocina se dió cuenta que ahí seguia la madre de él

—Buenas noches, perdón por el incómodo momento de hace rato.

— No te preocupes, fue mi culpa no pensé que Aki o su hermano ocuparán este departamento. — Sarah le sonrió con evidente nerviosismo. — Dile a Aki que algún día te lleve a casa, pareces agradable.

— Yo le digo, adiós espero nos veamos luego — alzo su mano y salio del departamento donde Aki ya la esperaba.

Tomo su mano y comenzaron a caminar.

Instant CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora