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No había hablado con Yoshida desde aquel sábado, lo único que supo fue que el la había buscado y cuando no la encontró la llamo pero ella no respondió pues ya estaba dormida y cuando intento hablar con él no respondió.

De nuevo la estaba ignorando y eso le dolía.

—Sarah, Sarah.

Reze repite el nombre de su amiga para llamar su atención.

—¿Escuchaste lo que dije?

—Sí deberías invitarme.

—¿Al funeral de mi tía?

—¿Tu tía se murió?

—Sarah eso te estaba contando.

—¿Enserio? ¿que no hablábamos de que tendrás un viaje familiar el fin de semana?

—Eso fue hace dos horas Kurt.

—No note qué cambiaste de tema.

—Estas muy distraída ¿así te trae Aki?

La pelinegra solto un pequeño golpe en el brazo de su amiga y le mostro su dedo medio.

— ¡Vivan los novios! — Reze habla animada burlandose de su amiga.

—Reze ya tienes veintiuno, madura.

—Eso es muy triste, a mi edad mis padres ya tenían una casa y a mi.

—¿Tus papás te tuvieran a los veintiuno?

—No pero era para que el chiste tuviera sentido.

—Chistes culeros.

🍁

Esperaba el autobús fuera de la universidad, ya había salido desde hace media hora pero ningún autobús pasaba aún no eran las tres para que estos tardarán demasiado en pasar.

Saco su celular para distraerse y se sentó en la banqueta, comenzaba a estresarse no tenía otra forma para llegar a su trabajo o casa estos estaban algo alejados, aunque haya buscado algo cerca de la universidad y lo hubiera encontrado no podía pagarlo, era muy caro.

Una moto negra mate se estaciono frente a ella, guardó su teléfono en su mochila y miro a la persona que manejaba la moto pero este traía casco por lo cual era imposible verle la cara.

—Amigo ve a asaltar a otras personas yo apenas tengo para comer.

Sarah miro indiferente al hombre que estaba frente a ella.

—Puedo darte cincuenta pesos, es lo único que tengo.

El hombre solo quedó sentando en la moto y Sarah comenzaba a hartarse de su presencia, no sabía quien era y tampoco le decía nada.

—Ya largate.

El comenzó a reír y quito su casco, Sarah bajo su cabeza por la vergüenza.

—¿Si me darás los cincuenta?

—Eres un idiota Hayakawa.

—¿Estas acostumbrada a que te asalten?

—Si me hubieras asaltado sería la tercera vez en el año.

—Recién estamos en febrero.

—Que es lo peor, es mucha la inseguridad de tu estado.

Hayakawa rio por lo que dijo Sarah.

—¿A donde vas?

—A ningun lado realmente, supongo que a mi casa.

—Subete.

—¿Estas burlandote?

—¿Por qué lo haría?

—No sé cómo subirme.

Aki soltó una carcajada y Sarah se limito a mirarlo sería.

—Es muy simple.

—Para mi no.

—Intentalo.

La mujer tomo su mochila e intento subir a la motocicleta pero al momento de hacerlo sentía que se caería por lo que dejó de hacerlo, Aki le sonreía esperando a que ella pudiera pero Sarah no lo lograba, lo intento de nuevo pero esta vez al alzar su pie se mareo.

—¿Por qué no puedes?

Bajo de la moto y se dirigió a Sarah.

—Creo que mis piernas son muy cortas.

—No mames Sarah.

—No mamo Aki, en verdad no puedo siento que me voy a caer.

—Solo has esto.

Tomo de la mano a Sarah y la acerco a la moto.

—¿Puedo agarrarte de la pierna?

—Sip.

El hombre tomo la pierna de Sarah y le ayuda a pasarla al otro lado de la motocicleta y lo logro, Sarah sonrió de la felicidad y agradeció al hombre.

Ambos subieron, Aki le dió su casco a Sarah y minutos después que ella se negara finalmente se lo puso.

Pero la cara de Sarah paso de una sonrisa a una de confusión al no saber a donde iban.

Después de treinta minutos manejando llegaron a un lugar algo escondido, parecía un bosque.

—¿Donde se supone que estamos?

—No sabías a donde ir y te traje aquí, supongo que no conoces muchos lugares por aquí.

—Que sea foránea no significa que casi no conozca lugares, o sea no conozco pero no porque sea foránea.

—Si tu lo dices.

Despeino el pelo de Sarah y avanzó dejándola atrás por lo que Kurt comenzó a seguirlo y mientras caminaba detrás de el preguntaba varias cosas.

—¿Por qué me dejas hasta atrás? me puede picar algo.

Miro al frente cuando dejo de sentir las ramas golpeando su cara, su cara paso a una de asombro la ver el lugar.

—Oh my God, ¿a donde me trajiste?

El agua corriendo por el rio, el sonido de este y lo demás a su alrededor lograron sacarle una sonrisa a Sarah.

Desde pequeña ella amaba la naturaleza, y normalmente cuando aún vivía con su familia cada fin de semana tenía una costumbre de reunirse cerca de un río y pasar el rato ahí, cosa que desde hace años ya no hacía.

Y ahora que estaba en un lugar similar estaba feliz, Aki noto la felicidad en el rostro de Sarah y rio al verla, Kurt lo noto y miro mal al hombre.

—¿Sabes nadar?

Pregunto Sarah y antes de que él respondiera ella se sentó en la orilla del rio, se quitó los tenis que llevaba y metió sus pies a este.

—Si ¿Tu sabes?

—Claro que se.

Aki intento empujar a Sarah pero está se sujeto de unas ramas, regreso a la posición que antes mantenía, miro con cara sería a Aki e intento hacer lo mismo que el hizo pero fallo.

Ambos comenzaron a jugar intentadose tirar al agua pero ninguno lo lograba, ambos reían en especial Sarah que mantenía una sonrisa.

La distancia entre ambos era muy corta pero ninguno se daba cuenta ya que estaban demasiado concentrados en lo suyo.

Sarah se quedó quieta sin decir nada pues se dió cuenta que estaba demasiado cerca de Aki.

Y Aki se extraño por la acción de Sarah, la pelinegra comenzó a reír nerviosa y de una vez por todas tomo el impulso de algo que había querido hacer desde hace tiempo.

Ambos se besaron.

Instant CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora