Falto o carente de tranquilidad.
19:36
—¿Cómo conoces tan bien las instalaciones del hospital?
Lobo caminaba a paso rápido en silencio. Se veía cómodo y tranquilo a mi lado, yo ya parecía una rata mojada. Aparté la mirada intentando no invadirlo con mi presencia, pero sin poder evitarlo tuve que volver a mirarlo, comenzando a detallar su rostro.
—Es fácil, son solo pasillos y puertas...Ah y las zona de limpieza. Pasando solo dos veces por aquí ya sabes hasta dónde está cada máquina expendedora.
Seguía agarrándome del brazo. Me sentía arrastrada, con las piernas ardiendo. Por el contrario, en mis manos se sentían como hormigas caminando en lo profundo de ellas. Por suerte el meñique dejó de doler, no sabía si eran por los nervios de ese momento o por el calmante que me dio el doctor. Noté como su mano sujetó con fuerza mi muñeca y tiró de mí para que caminase más rápido.
—¿Y qué diremos si el médico de guardia no nos ve ahí?
—Le diremos que se te curó la muñeca mágicamente.
Estaba concentrado en encontrar el camino, el cabello revuelto y un semblante serio que le daba un aire seductor, atractivo y problemático.
—Eso no se lo van a creer ni de coña.
—¿Y te creías que con tu caída de las escaleras sí?
—Cabrón —susurré.
Pasamos un par de pasillos quedándome embobada mirando el suelo, siendo algo típico de mí, por ello me choqué con su espalda dura. Sobé con cansancio mi frente sintiendo la calentura en las mejillas. Le miré extrañada una vez me quedé mirando a su dirección.
—Es aquí.
Un cartel en grande llamaba mi atención.
Solo apto para personal sanitario.
—No somos personal sanitario.
—¿Y? Es el único lugar donde podrás encontrar lo que necesitas, o por lo menos alguna pista —respondió normal—. Todas las fichas médicas están almacenadas por orden alfabético según tus apellidos, solo tienes que buscarlo y listo.
—¿Estás seguro de que no hay nadie aquí?
Ni siquiera quería pensarlo.
—Me quedaré vigilando fuera, si viene alguien te daré una señal y tendrás que salir corriendo. Pero si tardas más...Me iré yo solo, me da igual que te hayas quedado ahí.
—Suenas como el villano de una historia.
—Será porque lo seré, ¿no crees? —sonrió con una mirada profunda hacia mi.
Con cuidado miré de izquierda a derecha y cuando estuve segura, giré el pomo notando como mi nuca quemaba por su mirada detrás de mi. No nos hizo falta ninguna llave cosa que me sorprendió por completo. Me tomé mi tiempo para observar si había alguien dentro y con algo de torpeza intenté buscar el interruptor notando la mirada de Lobo detrás de mi.
—Vamos joder, las he visto más rápidas.
El tono de Lobo me daba a entender que él también estaba nervioso, pero el cabrón hacia todo lo posible por no demostrarlo.
—No funciona el interruptor de la luz, idiota.
—Da igual, coge la linterna del móvil o lo que sea, puede pasar cualquier enfermero y si nos pillan no querrás saber lo que nos ocurrirá —contestó amenazante.
![](https://img.wattpad.com/cover/290950839-288-k105445.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La ecuación de Lobo
Roman d'amourÁgata no sabía qué era estar sola. Lobo no sabía qué era estar acompañado. Ágata temía la soledad. Lobo temía la compañía. Ágata vivía escondida de su pasado. Lobo seguía en pie gracias al pasado de Ágata. Ambos se destruyeron de la forma más bonita...