Arizona Robbins.Abrí los ojos solo para asegurarme de que no estaba en un sueño.
O si?
Estábamos exactamente donde nos habíamos quedado dormidas anoche, en el piso de la habitación cerca de la chimenea que en ese momento no había más fuego. Miré la cómoda y vi las dos copas presentes con el resto del líquido que ni siquiera nos había importado terminar. Miré nuestra ropa esparcida por el suelo y me centré en la sudadera de Callie, quería recogerla para sentir su dulce perfume. Cuando me di cuenta de que no la necesitaba, porque ya tenía a la dueña del perfume acostada a mi lado, boca abajo con la espalda desnuda y el resto de su cuerpo cubierto por la sábana que estaba allí. Su cabello era perfecto, el deseo de pasar mis manos por ella era enorme y no podía descansar, solo dejé que el momento me llevara.
Corrí mis manos por su espalda desnuda yendo contra su cabello, en el que relajé mi mano y comencé una caricia allí, le aparté el cabello y pude ver las marcas en su cuello que denunciaban exactamente lo que habíamos hecho anoche, las marcas del amor. De hacer el amor. Callie me amaba y yo la amaba, loca y desbordadamente, esa mujer era mi principio y mi fin. Sí, lo era. Mi única, mi dueña, mi paraíso en el infierno.
Comencé a distribuir besos en las marcas de su cuello, fue entonces cuando la mujer mostró signos de que se había despertado.
- Si cada vez que hacemos el amor me despiertas así, ¡tenemos que hacer el amor para siempre! - Dijo la morena con esa voz ronca, arrastrada y mimada.
- Si se trata de una petición, tendrás que ser más clara. - Le susurré al oído llena de motivos ocultos. Dándole un pequeño bocado en la oreja al final.
Segundas intenciones que no pasaron desapercibidas para Callie, que se quedó totalmente desnuda, con su piel morena y suave, que podía admirar durante largos años. Y me metió en su regazo, sentada conmigo justo después, pegando su boca a mi oído para decir.
- Normalmente no pregunto, señorita. Robbins, eso fue claramente una orden. -Dijo con su manera arrogante y única, esa manera que me estremeció de pies a cabeza.
Callie comenzó a pasar sus manos sobre mi espalda desnuda mientras distribuía besos alrededor de mi cuello, y solo eso ya me estaba dejando fuera de mi mente.
Sostuve su cabello que ya había estado muy desordenado anoche, y me reí un poco cuando recordé de nuevo lo que había sucedido, no solo ayer, sino todo el fin de semana. Fue entonces cuando Callie dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miró con una cara muy divertida.
- Le estoy haciendo cosquillas, señorita. ¿Robbins? - La morena dijo de una manera tan linda que simplemente me reí de nuevo.
Callie me miró con cara de pocos amigos por cortar su momento sexy. Fue entonces cuando decidí provocarla un poco.
- Qué, señora Torres, ¿perdiste lo dominante? -Lo dije tan sarcásticamente como pude.
- Está jugando con fuego.
- No tengo miedo de quemarme. Vamos, muéstrame lo que sabes. - Provoqué arrastrando cada palabra de la manera más sexy que pude.
Podía ver el fuego en los ojos de Callie y sabía que me quemaría, seguro, pero necesitaba su toque, casi como un adicto necesita su droga. Había deseo en esos iris, que ahora tenían un tono oscuro, tan oscuro que le daban un aire intenso al momento. Seguimos mirándonos, una batalla ya perdida por mí, que pronto me desvié en su boca carnosa. Apenas tuve tiempo de pensar en volver mis ojos a los suyos, cuando Callie pegó su cuerpo al mío y tomó mis labios en un beso abrumador.
Ella me besó con furia, emoción, con fuerza, me perdí en cada segundo, una de sus manos se encontró con mi cuello. Metió la mano entre mi cabello y la tiró hacia atrás, teniendo acceso completo desde mi cuello para sí misma. Gemí cuando ella comenzó a chuparlo, lo que claramente me estaba dejando cachonda, y ella lo sabía. Pero ella también estaba jugando, y le mostraría que yo también sabía jugar, y muy bien.
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The Night Dancer
Fanfiction¿Alguna vez has imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto que si. Pero entre pensar y vivir había una distancia muy grande, créanme. Imagínate... Arizona, mujer dulce y entregada, Brooke, sexy e imponente, ¿cuál elegirías...