Callie Torres.En esa fracción de segundos mi cuerpo se volvió estático, la visión de Arizona arrojada al suelo sucia de sangre hizo que todo mi cuerpo se detuviera. Como si hubiera entrado en otra dimensión en la que solo podía temer su pérdida. Podía oír mi respiración y los latidos cardíacos lentos, casi deteniéndose. No estaba sola, había alguien en el suelo a su lado, con su cuerpo cerca del suyo, lo que hacía que la escena fuera aún más aterradora.
Mis ojos se desviaron de Arizona y cayeron sobre la rubia que se quedó con el objeto pesado en sus manos. Nicole puso los ojos en mí y su expresión fue casi indefinida. Una mezcla de miedo, desesperación e ira. Y como un fusible conectado al fuego, me despertó.
- Tú... ¡La mataste! - Dejé ir un hilo de voz - ¡Hija de puta, la mataste! - Grité desesperada.
Mi único pensamiento en ese momento fue:
"Si ella me hubiera quitado el mundo, yo me llevaría el suyo".
Así que ya no tenía el control de mí misma, para perseguir a Nicole a una velocidad aterradora. La ira y el dolor explotaron en mi pecho de una manera tan loca e irracional que mi único deseo ahora era matarla. Empujé su cuerpo con fuerza, haciendo que cayera sobre la pequeña mesa de la esquina golpeando todos los objetos en el suelo. Me miró asustada, dejando que la pistola que había disparado en Arizona cayera debajo de la estantería. Me acerqué a ella y tiré de su cuerpo por la blusa que llevaba, tirando a la mujer al suelo con fuerza.
- ¡Déjame ir! - Gritó desesperadamente.
Rápidamente me puse encima de ella, uniendo su cuerpo al suelo. Y con una enorme fuerza le di un puñetazo en la cara. Una, dos o tres veces hasta que vi salir la sangre de su nariz.
- ¡Voy a acabar con tu vida! - Dije llorando desesperadamente, mientras golpeaba fuerte a la mujer.
- ¡Joder! - Gritó tratando de empujarme.
- ¡La has matado! ¡Me quitaste lo que más amaba! - Grité en medio de las lágrimas que goteaban.
- ¡Déjame! - Me empujó de nuevo.
Pero mi cuerpo estaba simplemente fuera de control, golpeé a la mujer con ira, dolor y odio que se habían construido en unos segundos en los que vi a Arizona en el suelo. Nicole se las arregló para poner sus manos en mi cuello en el que rasgó con fuerza, haciéndome gruñir de dolor. Pero no me rendiría. Le di un puñetazo en la cara sin piedad ni piedad, la mataría a sangre fría. Ni siquiera podía sentir el dolor de mi puño golpeando duramente a la mujer, ni sus intentos fallidos de hacerme parar. Era como si estuviera ocurriendo una descarga de adrenalina, tocando mis instintos más aterradores.
- Vas - Le di una fuerte bofetada. - ¡A pagarme por ello! - Grité golpeándole la cara.
La mujer gritó en medio de sus lágrimas desesperadas, y un resbalón me sostuvo con fuerza. Volviendo su cuerpo contra el mío, haciéndome caer al suelo. Nicole me dio una bofetada que sin duda estaría marcada, sus manos se acercaron hacia mí casi desesperadamente en la búsqueda de defenderse. Intenté sostener los brazos, pero era casi imposible. Le agarré el pelo despeinado, tirando de ella con fuerza, lo que la hizo gritar. La mujer se distrajo durante una fracción de segundo por el dolor que me dio la oportunidad de cambiar la situación. La empujé con fuerza, haciéndola golpear la mesa principal.
- ¡Hija de puta! ¡Maldita sea! ¡No te quedarás con vida! - Grité rompiéndola de nuevo, sintiendo mis manos agrietadas, mi cara mojada por lágrimas que no se detenían.
La tiré a través de la tela de la blusa, inclinando su cuerpo hacia arriba, y al momento siguiente le arrojé un fuerte puñetazo en la boca que impulsó el cuerpo de la mujer contra el suelo, golpeándole la cabeza con fuerza. Repetí el acto varias veces en una furiosa y enfermiza falta de control. Hasta que, en un intento fallido, extendió los brazos, casi obligó a recoger algo. Al mismo tiempo busqué lo que tanto quería, y noté el brillo de la pistola de plata lanzada bajo el estante. Y le golpeé la cara más furiosamente, haciendo que su cabeza se moviera a un lado opuesto a los puñetazos. Me empezaron a doler demasiado las manos y rápidamente me levanté, quitando el arma del suelo.
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The Night Dancer
Fanfiction¿Alguna vez has imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto que si. Pero entre pensar y vivir había una distancia muy grande, créanme. Imagínate... Arizona, mujer dulce y entregada, Brooke, sexy e imponente, ¿cuál elegirías...