𝕬𝖇𝖘𝖔𝖑𝖚𝖙𝖎𝖔𝖓 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [2] [Español]

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𝚇𝙻𝙸𝚅. ¡𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙲𝚄𝙰𝚁𝙴𝙽𝚃𝙰 𝚈 𝙲𝚄𝙰𝚃𝚁𝙾!
❛you hung the moon❜

Una vez que las dos niñas se instalaron en sus guarderías para pasar la noche, Audrey comprobó en su teléfono las actualizaciones de Elijah sobre lo que estaba ocurriendo. Había estado buscando en el pantano desde que Audrey y las niñas se marcharon, había encontrado los cuerpos de muchos lobos muertos, pero hasta el momento no había rastro de Hayley en ninguna parte. Finalmente, se encontró con un Jackson herido, que también estaba rastreando el pantano desesperadamente en busca de alguna señal de su esposa. Los tres sabían la verdad, Hayley lucharía como un demonio para no perderse el poco tiempo que tenía con Hope cada mes, así que el que no apareciera tenía que ser una mala señal.

Algo había pasado, y sólo esperaban que no fuera lo que todos pensaban. Pronto llegó Elijah con Jackson, ambos querían hablar con Klaus. La chica Gilbert los dirigió hacia el estudio, donde Klaus estaba de pie en el balcón, con una bebida en la mano.

―Me pareció oler a pantano. ―Comentó, volviéndose para enfrentar las furiosas miradas que los tres le dirigían.

―¿Qué has hecho con Hayley? ―exigió Jackson.

Elijah miró a su hermano. ―Dime lo que sabes.―

―¿Jackson ha extraviado a su novia?. ―Klaus enarcó una ceja y se encogió de hombros despreocupadamente. ―Ahora que lo pienso, leí que el calentamiento global estaba afectando a los patrones de migración. Prueba en Georgia.―

El hombre de Kenner le frunció el ceño con enfado. ―¡Acabo de dejar que se pudran en el bosque los cadáveres de la gente que me importa porque los has dejado indefensos ante los cazadores furtivos! ―Klaus esbozó una sonrisa vacía ante sus palabras. ―Como Kingmaker Land Development. ¿Te suena eso? ―Jackson continuó presionando, y la sonrisa de Klaus cayó por completo ante eso. ―Sí, el director general es Lucien Castle. Elijah me ha dicho que ustedes dos se conocen desde hace mucho tiempo.―

―Así que te preguntaré una vez más... ―Elijah continuó. ―¿Qué sabes?―

―Resulta que acabo de volver de un revolcón con nuestro buen amigo Lucien. ―Señala a su hermano. ―Puedes encontrarlo en el ático de esa llamativa construcción nueva en Canal. Y mientras os ponéis al día, no dejes de preguntarle por la visión profética que me mostró sobre la espectacular caída de nuestra familia. Te vendría bien reírte un poco.―