𝕬𝖇𝖘𝖔𝖑𝖚𝖙𝖎𝖔𝖓 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [2] [Español]

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𝚇𝙻𝚅. ¡𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙲𝚄𝙰𝚁𝙴𝙽𝚃𝙰 𝚈 𝚂𝙴𝙸𝚂!
❛a walk on the wild side❜

―¿Quién es él? ―susurró Audrey al oído de Mira, que tenía a su hija en brazos, señalando hacia delante. ―¿Es ese papá?―

Mira balbuceó al instante, sus pequeños ojos se abrieron de par en par al ver a su padre, que se ejercitaba utilizando uno de los sacos de boxeo. Elijah había salido temprano esa mañana, haciendo uso del nuevo gimnasio dentro de St. Anne's para sacar sus frustraciones de todo lo que estaba pasando. Al notar a las dos, Elijah sonrió mientras dejaba de patear el saco, usando una toalla para limpiarse la cara mientras se acercaba a ellas.

―¿Y qué hacen ustedes dos aquí?. ―Levantó una ceja, tomando a Mira cuando ella le tendió las manos. ―Hola cariño. ―La pequeña arrulló felizmente, haciendo que su sonrisa creciera mientras tocaba su mejilla con la mano, tomándola y besándola suavemente varias veces.

Audrey sonrió ella misma mientras los observaba, antes de sacar una tarjeta de su bolsillo y sostenerla. ―Ha llegado esto . ―Le dijo, antes de aclararse la garganta y mirar lo que ponía. ―Está usted cordialmente invitado a una velada de exquisitos excesos. La finca Davilla, 7041 de la Avenida St. Charles. Medianoche. Espero que puedas venir, viejo amigo. Firmado, Tristán.―

Un ceño fruncido apareció cuando tomó la tarjeta, leyendo lo que había en ella. ―Tristán. ―Murmuró, mientras leía los detalles.

―Mhm. ―Audrey tarareó con un movimiento de cabeza, mientras tomaba suavemente a Mira de sus manos. Mira apoyó cómodamente la cabeza contra el hombro de su madre, su mano agarrando pequeños trozos de su camisa mientras cerraba los ojos. ―Hayley dijo que ella y Jackson cuidarán de Mira por nosotros.―

―Bien. Probablemente sea mejor que asistamos. ―La miró pensativo. ―Siento que hay más detrás de esto de lo que parece.―

―No me sorprendería. ―Ella hizo una mueca. ―Algo de Tristán no me gustó el otro día.―

―No, conozco la sensación. ―Él asintió con la cabeza, antes de dejar que su sonrisa reapareciera, besando su frente. ―De eso podemos preocuparnos esta noche. Sin embargo, ahora mismo, ―comenzó, mirando a Mira que se estaba quedando dormida contra su madre. ―Prefiero centrar mi atención en mis dos personas favoritas del mundo.―

―Me gusta cómo suena eso. ―susurró Audrey, besándole suavemente.