𝕬𝖇𝖘𝖔𝖑𝖚𝖙𝖎𝖔𝖓 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [2] [Español]

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𝚅𝙸𝙸𝙸. ¡𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙾𝙲𝙷𝙾!
❛reigning pain in new orleans ❜

En el recién recuperado complejo Mikaelson, Audrey estaba sentada en el pequeño balcón adjunto a su dormitorio, con el teléfono pegado a la oreja. Tras su ruptura con Elijah, Audrey había tenido la suerte de no tener que quedarse en la mansión con él, ya que Klaus las obligó a ella y a Hayley a reunirse con él en el barrio. Había exiliado a Elijah y Rebekah a la mansión, enojado con ambos por diferentes razones, pero no les dio a las dos chicas la posibilidad de elegir dónde se quedarían. La chica Gilbert se sorprendió de que la hiciera acompañarlo, pero por la mirada de él, rápidamente se dio cuenta de que debía haber escuchado lo que había pasado con Elijah. En el momento en que la vio sentada con Hayley en el porche, con los ojos enrojecidos por el llanto, cualquier pelea entre ellos fue instantáneamente pospuesta.

No estaba segura de si era porque a él le importaba, o porque se sentía culpable por el papel que había desempeñado en ella, pero estaba agradecida por la oportunidad de escapar. No habló con él ni con Hayley esa noche, encerrándose en su habitación en cuanto se la dieron, queriendo estar a solas con sus pensamientos. Si era sincera, ya no estaba segura de lo que sentía. Todos sus sentimientos se habían transformado en una sensación de adormecimiento, pero eso no impedía que las lágrimas cayeran de forma intermitente.

―¡¿En serio?! ―espetó la voz furiosa de Caroline, tras escuchar lo que había sucedido. Cuando Audrey se despertó a la mañana siguiente, se dirigió al balcón para llamar a Caroline, sintiendo más que nunca la necesidad de hablar con ella. ―Te juro que iré allí y le daré una patada en el trasero. No creo que sea un original.―

La chica Gilbert suspiró, frotándose la cara con cansancio. Apenas había dormido esa noche, a pesar de lo mucho que sentía la necesidad de hacerlo. ―Dudo que sirva de algo. ―Murmuró. ―No cambiará de opinión. Créeme, lo he intentado.―

―¿Necesitas que vaya allí? ―Preguntó la chica Forbes. ―Lo haré. No me importa perder un par de días de clases. O puedes venir aquí.―

―No, está bien. ―Le aseguró. ―No quiero que te retrases por mí, Care. Y no creo que el hecho de que vaya allí ayude mucho. Por mucho que te quiera, no puedo lidiar con todos los demás. Especialmente ahora.―

―Bueno, no tendrías que hacerlo. ―Caroline reflexionó. ―Podríamos inscribirte en Whitmore, podría obligarnos a tener nuestro propio dormitorio. No tendrías que tratar con nadie si no quieres. Resulta que soy un muy buen intermediario.―

―De verdad, estaré bien. ―le dijo Audrey, apoyando la cabeza en la barandilla. Hasta que piense en lo que voy a hacer, creo que Klaus y Rebekah se enfadarán si intento irme, con o sin ruptura.