𝕬𝖇𝖘𝖔𝖑𝖚𝖙𝖎𝖔𝖓 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [2] [Español]

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𝙻𝙸. ¡𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙲𝙸𝙽𝙲𝚄𝙴𝙽𝚃𝙰 𝚈 𝚄𝙽𝙾!
❛savior❜

Las Navidades se acercaron rápidamente, y aunque la amenaza de la profecía seguía cerniéndose sobre todos ellos, las cosas parecían estar mejorando. Cuando Klaus salvó a Cami de Aurora, consiguió sacar de su mente las coordenadas que tenía, lo que les ayudó a localizar a Rebekah cuando Marcel descubrió lo que significaba la información que habían conseguido de Tristan. El recinto se había decorado por completo para la festividad, no sólo para que fuera especial para Hope y Mira, sino porque muy pronto Rebekah estaría allí para celebrarlo con ellos.

―¡Audrey! ―gritó la voz de Jackson.

Audrey colocó suavemente a Mira en su corral, antes de correr hacia Jackson, que estaba ayudando a Freya a entrar en el patio. Su brazo estaba envuelto en la camisa de Jackson, que se había convertido en un cabestrillo improvisado, la bruja Mikaelson parecía débil y cansada mientras se recostaba en el sofá.

―Oh Dios, Freya. ―Audrey se sentó a su lado y le mordió la muñeca, sosteniéndola frente a Freya.

Freya no dudó, tomando la muñeca con su mano buena y bebiendo de ella, sus heridas comenzando a sanar. ―Recibí tu mensaje. ―soltó Hayley, mientras entraba rápidamente, empujando a Hope en su carriola. ―¿Qué ha pasado?―

―La han atacado. ―Jackson le dijo a la pareja. ―Tres vampiros, todos vestidos como yuppies.―

―Déjame adivinar... ¿Strix? ―Preguntó Audrey con conocimiento de causa, ganándose un asentimiento en señal de confirmación.

Hayley levantó a Hope de su carriola y la dejó en el corralito junto a Mira, antes de acercarse preocupada. ―¿Estás bien? ―Preguntó a Freya, que suspiró aliviada mientras soltaba la muñeca de Audrey, asintiendo. La mujer Marshall-Kenner esbozó una pequeña sonrisa, mirando hacia su marido. ―Es un poco difícil ignorarlo cuando alguien necesita tu ayuda, ¿no?.―

Jackson hizo una mueca y fue a responder, pero Freya lo detuvo mientras empezaba a sentir pánico, todo lo que había pasado. ―Se lo llevaron. La Serratura. ―Gimió, una mezcla de dolor y frustración llenando su rostro mientras explicaba. ―Me reuní con una bruja de la línea de sangre que construyó la cerradura. Esperaba que pudiera ayudarme a destruirla, pero no es posible. Ella dijo que la única manera de deshacerse de ella es usándola. Tenemos que recuperarlo y encerrar algo más. Cualquier cosa menos mi familia.―

―Genial. ―Hayley asintió, con el sarcasmo en su voz. ―¿Por qué no le hacemos una visita a Tristán y se lo pedimos muy, muy amablemente?―