𝕬𝖇𝖘𝖔𝖑𝖚𝖙𝖎𝖔𝖓 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [2] [Español]

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𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸. ¡𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚅𝙴𝙸𝙽𝚃𝙸𝚂𝙸𝙴𝚃𝙴!
❛wheel inside the wheel❜

Audrey estaba en el balcón que daba a la calle, con los dedos golpeando la barandilla con ansiedad mientras esperaba. Con Mikael ahora en el viento, Klaus se había centrado en ayudar a encontrar lo que había sucedido a Elijah, a quien todavía no habían tenido suerte en localizar. Al oír el sonido de los gritos procedentes del interior, Audrey volvió a entrar con el ceño fruncido, siguiendo la fuente del ruido hasta la habitación de Klaus.

Encontró al híbrido en cuestión de pie sobre el lavabo, limpiándose la sangre de las manos y la cara, lo que la hizo enarcar una ceja. ―¿Así que tu interrogatorio ha ido bien―

Él miró desde el espejo hacia ella mientras se lavaba. ―Eh, resulta que estas brujas son criaturas delicadas. No importa. Sospechaba que mi madre tenía cautivo a Elijah.―

―Entonces, ¿a qué esperamos? ―Preguntó incrédula. ―Vamos a buscarlas.―

Klaus negó con la cabeza mientras caminaba hacia ella. ―Esther es demasiado poderosa. No será fácil encontrarla. Tengo que sacarla.―

―Entonces vamos a sacarla... ―Ella se detuvo cuando él pasó junto a ella, yendo a cerrar la puerta de su habitación tras él. ―Espera, ¿a dónde vas?―

Klaus la miró con una sonrisa condescendiente. ―Voy a cambiarme la camisa y luego voy a buscar a mi hermano. ―Afirmó con una obviedad, antes de ir a cerrar la puerta de nuevo.

Frunciendo el ceño, la chica Gilbert se apresuró a bloquear la puerta con el pie. ―Klaus, déjame ir contigo. ―Insistió molesta.

Con un profundo suspiro, Klaus se puso delante de ella con una mirada tranquila. ―Sé que quieres ayudar, Audrey, pero no puedes. ―Le dijo con sinceridad. ―Mi madre es una desgraciada. Te pondrá en el punto de mira para frustrarme, y no puedo salvar a Elijah si estoy ocupado salvándote a ti, ¿verdad?. ―Esta vez fue ella la que dejó escapar un suspiro, cruzando los brazos mientras bajaba la mirada con frustración. ―Elijah querría que tú y el bebé estuvieran a salvo. Si lo devuelvo a casa y ha pasado algo, ¿cómo crees que sería?―

―Nik, no puedo quedarme sin hacer nada. ―Ella lo miró. ―Me está volviendo loca.―