Capítulo 14

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Eros Milton

Celos.
Siento celos.

Mi cabeza no hace otra cosa que recordarme la foto de Liam y Nora, quiero ir a su casa y decirle que tengo celos, que no quiero que nadie más la bese, pero mi orgullo me lo prohíbe.

No es nada tuyo.
Aléjate. Ciérrate. No te permitas más dolor Eros.

¡Maldito hijo de puta!

Mi mente desconecta de mi corazón y simplemente me vuelvo loco, rompo todo lo que hay en mi habitación escuchando de lejos los gritos de mi hermana y de mi padre.

—¡Eros!— mi padre se acerca a mi y me agarra de los brazos intentando inmovilizarme. —¡Tranquilo!

—¡Suéltame!— grito intentando soltarme. —¡Suéltame papa!

Por más que grito no me hace caso, caigo al suelo de rodillas y rompo a llorar.

Necesitas esto Eros,

Necesitas desahogarte.

Hermanito..— Eda se acerca a mí y me abrazo a sus piernas.

—No puedo más con esta mierda Eda.— digo entre lágrimas mientras aprieto mis manos en sus piernas. —Estoy harto de ser así.

—Eros por favor, tú no eres el problema.— escucho a Eda llorar. —Tranquilízate por favor.

—Voy a matar a Liam, te juro que voy a matarlo.

Me seco las lagrimas y me levanto de golpe del suelo, apretando mis puños con fuerza.

Puede que sea bipolar. Pero nadie pero nadie se va a reír en mis narices sin obtener respuesta.

¡Estate quieto Eros!— Eda me sigue el paso como puede.

—Me van a decir delante de mi puta cara que es lo que tienen esos dos ¡y después le romperé la cara a Liam!— asiento varias veces mientras camino rápido.

—No vale la pena.

—Nadie se ríe de mí Eda. Nadie.

Cuando escucho la palabra celos de la boca de Eda me quedo quieto de inmediato.

—Estás celoso porque Nora es la primera tía que hace que sientas algo y te sientes jodido.— se acerca a mi y suspira aliviada. —Sientes que todo se sale de tu control y no te gusta.

—No.

—¿Y qué haces a cambio?— sigue hablando. —Hacerte el duro, tratarla mal y follartela solo cuando no tienes a nadie.

—No.— respiro fuerte.

—Solo Nora puede ayudarte.— me da un golpe en el pecho. —¡Por qué te gusta!

—¡No, no no no!— niego con la cabeza.

—Contra más lo niegas, más me das la razón.

—Me estás entreteniendo aposta ¿verdad? Porque sabes que si la nombras me quedaré aquí a discutir contigo que lo único que me gusta de tu habitación es cuando me la follo ¡porque ella no me importa!

—Mientes.— sonríe negando con la cabeza.

—¿Por qué no me crees?— coloco mis manos en mi cabeza suspirando. —Ella no me gusta.

—¿Sabes por qué no te creo? Porque nunca te habías parado delante de mi a nombrarme a ninguna chica.— agarra mis manos y sonríe. —Eros, no es malo que alguien te guste.

—Si es malo Eda, muy malo.— miro sus manos y después le miro a los ojos.

—No lo es Eros.

—Si le abro mi corazón se irá, me dejará hecho pedazos.— confieso. —No estoy preparado para que me hagan daño, ya he tenido suficiente con la muerte de mamá, no volveré a pasar por ese infierno dos veces. —Cuando dejas entrar a alguien en tu corazón, le estás dando el derecho de hacerte pedazos.

Nota de la autora: Vale, sé que este capítulo ha sido más corto que los anteriores, pero solo quería qué vierais todo el dolor que tiene Eros por dentro, aunque se haga el duro está roto

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Nota de la autora: Vale, sé que este capítulo ha sido más corto que los anteriores, pero solo quería qué vierais todo el dolor que tiene Eros por dentro, aunque se haga el duro está roto.

¿Quién de vosotras lloro con este capítulo? Porque yo SÍ 🥺

Besos en Enero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora