[Completada] Nora y Eros.
Dos adolescentes de completamente mundos distintos;
Él un popular insaciable, rudo y que a pesar de tener fama de pica flor, nunca pero nunca ha dejado que ninguna chica bese sus labios.
Ella, tan distinta a él. Tan amante...
~Nunca le respondió, nunca más volvieron a verse, nunca más volvieron a sentir que era sentirse amados por ellos mismos...~
Eros Milton
Ha pasado tanto tiempo, que ya no recuerdo lo que era sentirse amado en los brazos de alguien.
Dos años...
Intento recordar la cara de Nora, sus perfecciones, su risa nerviosa cuando nuestras miradas se cruzaban, su sonrisa cuando me decía que me quería, pero todo se está yendo.. se está borrando lentamente como unas notas en un papel.
—Está con alguien.— me informa Liam. —Es feliz, Eros.— apoya sus manos sobre mis hombros. —Creo que es hora de que tú seas feliz.
Rompió la promesa.
Me prometió amarme siempre, y la ha roto.
—Estoy bien.— fuerzo una sonrisa. —Estoy muy dedicado a mis estudios, de verdad, tío.
—¿De verdad?
—No tienes de que preocuparte, Liam, todo está perfectamente.
Liam me mira preocupado.
—Siento que estás andando por una cuerda floja, como caigas va a ser imposible volver a levantarte, me asusta perderte, perder al Eros que eres.— traga saliva. —O al menos, el que eras.
En cierto modo, yo también tengo esa sensación, metida hasta lo más fondo de mis huesos.
Ando por una cuerda larga y tensa, con cuidado y con los pasos cortos para no perder el equilibrio, porque, si lo pierdo, todo lo que queda de mí será polvo.
Mi vida.
Mi estudio.
Yo. En vivo y en estéreo.
Nunca recibí su respuesta, aunque, realmente y sin saberlo, me lo dijo todo, con su silencio me habló.
—A partir de mañana todo cambiará.— me prometo a mi mismo y a Liam. —Mañana todo estará bien, y seré de nuevo yo.
***
Nora Sánchez
El dolor son heridas que poco a poco deben cicatrizar, aunque hay algunas que les cuesta más, que siguen supurando.
—¿Me estás escuchando, amor?— la voz de Steve hace que vuelva a la realidad.
—Sí.
No. No te estaba escuchando.
—¿Hasta cuando vas a seguir diciéndole a tu amiga que no puedes ir?— sus cejas se alzan al vuelo de su frente. —Amor, debes enfrentar tus miedos.
—¿Y como lo hago, Steve?— una risa irónica se cuela por mis labios. —Me fui, abandoné todo...
—Quién te quiere de verdad, te perdonará.
Él me quería. Me quería de verdad.
¿Como se supone que tengo que afrontar algo así?
Debo volver al lugar donde una vez fui feliz, realmente feliz, donde aprendí a querer de verdad, a sentir demasiado con tan solo un beso.. con una mirada.
No estoy segura de volver, cruzarme con Eros sería como sentir una bala cruzando mi piel para colarse en mi corazón y ¡pum! Reventar todo.
Fui cobarde, nunca le di la respuesta que Eros buscaba.
—Además.— vuelve a hablar Steve. —Tu madre quiere verte.
—Está bien.— suspiro. —Iremos.
Steve sonríe.
—¿Cuando?
—Mañana.— respondo seria. —Mañana todo volverá a cambiar.
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Nota de la autora: Acepto todo tipo de insultos JAJAJA. Ahora enserio, no sé si estáis preparadas (yo creo que no lo estoy) para todo lo que vamos a vivir a partir de hoy, de este capítulo.
He estado mucho tiempo dándole vueltas a esto, al salto temporal. Sentía que me estancaba, que paralizaba la novela y no me gustaba, y dije ¿Por qué no?
Gracias a la ayuda de Lia, por decirme que me lancé en esto y lo haga realidad.
Pues aquí tenéis, un trocito de todo lo que se aproxima, de las tormentas que se acercan desde lejos....
HASTA MAÑANA, y no me odiéis por esto. ¡Os quiero! 💙
