Besos en Enero

Capítulo 18

Nora Sánchez

<<Os presento a Danielle, mi novia.>>

Si pudiéramos calificar las palabras yo diría que esta fue la que me partió el corazón en añicos.

Intento disimular mi angustia delante de ellos dos, no quiero darles el placer de verme derrotada.

No vas a verme caer ante tus pies, Eros Milton.

—Enhorabuena.— me levanto sonriendo y les miro, aunque me duela. —Parece que todos somos felices con nuestras parejas.

—Pues si.— Eros me mira a los ojos de forma intimidante. —Muy felices.

—Perfecto.

—Perfecto.

—Bueno, basta.— las palabras de Eda hace que la miremos. —¿Desde cuando estás con Danielle?— dice refiriéndose a Eros. —Porque no me creo esta farda, lo siento.

Eros no responde a la pregunta de su hermana, solo puedo ver la estampa de ellos dos cogidos de la mano, mientras uno de los brazos de él agarra la cintura de su amada.

Te odio tanto.

Solo haces que partirme el corazón.

—Eh... yo... me tengo que ir.— me aclaro la garganta apartando la mirada de la pareja y miro a Eda. —¿Después nos vemos?

—Claro que si.

Salgo de la casa como alma que lleva al diablo, si sigo aquí durante unos minutos más mi fachada de chica a la que le da igual se habría derrumbado entre lágrimas.

¿Por qué tiene que hacerme estas cosas? ¿Por qué a mi no puede quererme?

Tantos por que que nunca alcanzarán una respuesta decente.

—¿Que te pasa?— escucho la voz de Kate nada más entrar en casa. —Tienes una cara horrible.

—Nada.— finjo tras una sonrisa. —Todo está como siempre.

—Sí, y yo he conseguido que Cristiano Ronaldo se enamore de mi.— hace una de sus ironías. —Cuéntame ya mismo que es lo que te ha echo esta vez Eros.

—Nada.

—Nora, venga.

—Enserio, nada.— me acomodo bien en el sofá y suspiro. —El muy gilipollas se ha echado novia.

—¿¡Qué!?

—Lo que oyes.— agarro un cojín y lo aprieto con fuerza, pagando todo mi dolor en el.

—¡Este tío es imbecil!— Grita Kate enfadada. —¿cuando te vas a dar cuenta de que no te vale la pena estar así por él?

—No creo que me de cuenta nunca Kate.— suspiro.

Evito más conversaciones encerrándome en mi habitación, cojo orgullo y prejuicio y comienzo a leer hasta que me quedo dormida.

04:00 de la mañana

Cuando abro los ojos encuentro el libro tirado en el suelo, la habitación se alumbra segundos si y otros también debido a los relámpagos.

Me obligo a levantarme a cerrar la ventana.

—Que raro.— murmuro mientras cierro la ventana con el pestillo. —Juraría que estaba cerrada.

—Y lo estaba.

—¡Eros!— pego un bote asustada y me giro para mirarlo. —¿Que haces aquí?

—Pues ya me ves.

—¿Como has subido?

—Por la ventana.— se encoge de hombros y me mira.

—No deberías estar aquí.— me cruzo de brazos e intento no mirarle. —No quiero tener problemas con tu pareja.

—Me sorprende lo poco que te importa.

—Pues si. ¿Que te creías?

—Que te gustaba un poco más.— se acerca a mí.

—¿Eh?

Eros agarra mis manos y me estrecha hacia su cuerpo, de mis labios sale un pequeño jadeo que le provoca una amplia sonrisa.

—Suéltame.

—Quiero besarte.

—Yo no quiero que lo hagas.— miento, aunque mis nervios son palpables. —Suéltame.

—No quiero soltarte, quiero besarte.— acerca sus labios a los míos y suspira fuerte. —Quiero oírte gemir mi nombre en tu cama.

—Cállate Eros.

—Cállate tú.

Intento alejarme de él cuando me agarra de la nuca y me besa apasionadamente, intento no seguirle el beso pero caigo rendida ante el tacto de sus labios.

De repente me despierto sobresaltado tocándome los labios.

Mierda. Era un sueño.

Suspiro dando golpes en la almohada y estiro mi brazo hasta alcanzar mi móvil, cuando lo cojo veo un mensaje de Liam y Eros, igualito al de cada uno;

MENSAJE EROS

Te espero mañana donde siempre. Tengo algo que proponerte.

•
•

MENSAJE LIAM

Te espero mañana donde siempre. Tengo algo que proponerte.

Vale. Esto sí que es raro.

¿Que tendrán que proponerme estos dos?

Nota de la autora: ¿Que creéis que quieren proponerle a Nora? Si os ponéis en los pero quizá acertéis... JAJAJA