Besos en Enero

Capítulo 19

Eros Milton

La cara de Danielle es un poema, su gesto de desaprobación hace que termine de saltar por los aires.

—¿Qué?

—Mira que sois retorcidos.— dice seria. —¿No era más fácil decirle que te gusta y ya?

—Ella empezó este juego, yo solo voy a terminarlo.— intento justificarme.

—Ella está loca por ti, Eros.— se acerca a mí. —Y seguramente en un intento desesperado de hacer llamar tu atención se le ocurrió salir con tu amigo, pero ¿tú? no vas a atraerla a ti, la vas a alejar más.

—Danielle, te llamé para que me ayudes no para que hagas de madre y me regañes.

—¿Por qué la citáis los dos a la misma hora?— cruza los brazos. —No la humilléis Eros.

—No voy a humillarla ¿Quién te crees que soy?

—Eres Eros.

Intento decir algo pero prefiero mantenerme callado.

Este juego voy a terminarlo yo, pelirroja.
No sabes con quién estás jugando.

—¿Que vas a hacer?— Danielle vuelve a hablar. —Cuéntame, quizá pueda ayudarte en la conversación.

—Voy a decirles que los he descubierto, eso voy a hacer.

—¿En serio?

—Sí.— asiento con la cabeza.

—Eso es humillación, Eros.

—No es humillación, es la verdad.— me cruzo de brazos y suspiro. —¿Qué debería hacer según tú?

—Agarrarla de la cintura y besarla.— me da un toque con el dedo en la frente. —Decirle que te encanta.

—Eso no.

—¿Por qué tienes tanto miedo?

—No tengo miedo.

—Eros.

—¿Qué?

—¿Por qué?

—¿Por qué, qué?

—Dime porque tienes miedo.

—No lo tengo.

—Si lo tienes.

—No.

—¿Eros?

—¡No soportaría otro abandono!— confieso del tirón. —No podría ver cómo deja de quererme con el tiempo y se va de mi vida.

—Pero.. ¿por qué dices eso?— se acerca a mi y pasa su brazo entre el mío. —Tienes que confiar.

—Me cuesta, joder.

—Tienes que hacer un esfuerzo.

—¿Y si me falla?— digo en un suspiro.

—¿Y si no?

—No lo sé Danielle.

—Tu madre no te abandonó Eros.— me mira a los ojos. —Se fue por una puta enfermedad de mierda.

—Y mira mi padre, se piró con otra tía en cuanto pudo.. olvidando el amor que sintió alguna vez por mi madre.— me encogo de hombros.

—Que esté con otra no significa que haya dejado de querer a tu madre.

Salgo de casa de Danielle después de tener una larga conversación donde ella me recomienda confesarle mis "sentimientos" a Nora, y dónde yo me niego rotundamente.