Extra

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Nora Sánchez

Positivo.

Miro de reojo el test entre mis manos con una inmensa alegría dentro de mí, después de estar tanto tiempo disfrutando nuestro amor la vida nos ha premiado con un bebé.

¿Como se lo digo a Eros? ¿Querrá él?

—Amor.— Eros toca la puerta del baño dos veces. —¿Estás bien?

—Si amor, ya salgo.— me guardo el test en el bolso y salgo del baño sonriente.

—Creía que te había pasado algo, nunca te encierras.

—Perdón.

Agarra mi cintura y me pega de golpe hacia su pecho, sonrío entre dientes mientras nos fundimos en un beso largo.

—Me han llamado del trabajo, tengo que cubrir a un compañero que se ha puesto malo a última hora.— acaricia mis labios con la yema de su dedo. —¿No te importa?

—Claro que no.— me rio y muerdo suave su dedo. —Ves, yo he quedado con las chicas.

—Diviértete. Pero no mucho eh.— me da un azote en el culo y entra en la ducha.

Me preparo rápidamente y me reúno con las chicas en la cafetería que habíamos acordado.

Ya llegada allí, saco el test positivo y lo dejo sobre la mesa.

—¿Qué?— Eda se queda sorprendida.

—¡Estás embarazada!— exclama Kate emocionada.

—Sí.— sonrío nerviosa.

—Voy a ser tía.— Eda me abraza con fuerza y sonríe entre lágrimas. —Voy a tener un mini Eros correteando por casa....— se da cuenta de sus palabras y se atraganta con el café. —Oh madre mía, otro Eros no por favor.

Nos miramos de golpes y rompemos en carcajadas viva.

—Bien ¿y como vas a decírselo?

—Aún no lo tengo claro.— trago saliva. —Llevamos nueve meses de matrimonio y no sé si alomejor es muy precipitado.

—No digas tonterías.— dice Eda mientras acaricia mi barriga.

—¿Como podría hacerlo? necesitaré vuestra ayuda.— digo en un suspiro.

—Está bien, así lo haremos.

22:30

El padre de Eros nos ha enviado un mensaje sobre la tarde comunicando que tenía algo importante que decirnos. En realidad es mi embarazo, pero sh.. Así que nos encontramos vistiéndonos para la ocasión.

—¿Que querrá ahora mi padre?

—No será nada malo, no dramatices.

—¿Y si lo es?— noto la angustia de Eros en sus ojos.

—Eros.— me acerco a él y abrocho los botones de su camisa. —Está todo bien.

—Si... tienes razón...— deja un pico suave sobre mis labios.

—Mente positiva ¿vale?

—Vale pelirroja.— me mira a los ojos. —¿Estás bien? te has puesto pálida.

—¿Eh...? si... es solo una bajada de azúcar.— miento. —Seguramente.

—Siéntate te traeré algo que comer.

—No es necesario.

—Obedece.— me mira serio. —No nos vamos a ir hasta que recuperes tu color.

Tras estar un buen rato en la habitación de casa esperando a que "recuperara el color de mi piel" por fin llegamos a casa del padre de Eros. Cuando entramos la mesa ya está preparada y todos nuestros amigos y familiares reunidos.

—Al fin.— comenta Kate.

—Perdonad es que Nora sufrió una bajada de azúcar.— añade Eros y agarra mi mano sonriendo.

Kate y Eda inmediatamente me miran a los ojos y entendemos, sin palabras, lo que nos hemos dicho.

La cena concluye bastante tranquila, entre anécdotas y risas pasamos una velada bastante buena, pero mis nervios siguen ahí, diciéndome que queda poco para descubrirse la verdad, para decir que estoy embarazada y para ver la respuesta de Eros.

Estoy cagada.

Si, demasiado cagada.

—Bueno..— el padre de Eros llama nuestra atención dando toquecitos suaves en la copa. —Os hemos reunido porque Nora tiene algo importante que comunicarnos.— me mira a los ojos y sonríe. —Adelante hija.

Me levanto de la silla con las piernas temblorosas y miro a todos, en especial a Eros, que no suelta mi mano a pesar de que me he levantado.

—¿Que pasa, Nora?— pregunta mi madre.

—Dejadla hablar.— añade Eda. —Por favor.

Trago saliva.

Es la hora.

—E...estoy embarazada.— suelto rápido y pongo mis manos sobre mi barriga. Ahora miro a Eros. —de dos semanas y media.

—¿Qué?— Eros se queda perplejo y se levanta de su asiento. —¿De verdad?

—Si.— murmuro bajo. —Me he enterado hoy mismo...

Eros me abraza por la cintura y me da una vuelta sobre nosotros sonriendo, grita de alegría y cuando me baja al suelo me da un beso en la frente, agacha su cuerpo y deja otro beso sobre mi barriga.

—Bienvenido seas, bebé mío.— murmura Eros mientras acaricia mi barriga. —Mamá y yo te esperaremos y te amaremos muchísimo.

Besos en Enero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora