Arlette Torricelli, una chica hermosa con una sonrisa angelical, con ese par de ojos peculiares grises y una carita inocente, ocultaria un secreto y un pasado que la atormenta desde que era una pequeña niña.
Frey Stein es un chico callado, reservad...
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Arlett estaba con Kaia y Frey en la sala de la casa de los Stein viendo peliculas y comiendo palomitas, bueno Frey jugaba con sus trenes viéndose inofensivo.
Luego de aquella tarde con Heist, estuvo pensando cuáles podían ser las razones que estuviera interesado en Leigh, ella sabía que normalmente cuando alguien te gusta preguntas sobre sus dulces favoritos o película, y no pregunta sobre si tiene traumas.
Y luego recordó las palabras de Leigh unas semanas atrás, hubo un momento en que pensó que ambos tenían que ver con los suicidios, pero seguía sin ver algo que vincule a los Stein con las muertes de las tres chicas.
Los "oficiales" del pueblo no le han tomado tanta importancia, y como no si la salud mental ni siquiera les preocupa. Por el momento ella prefirió mantenerse al margen de la situación, pero eso no decía que las cosas se estaban poniendo cada vez más raras.
-Algo raro esta pasando en Wilson.- susurró en voz alta. Los dos Stein la miran de inmediato, eso hizo que Arlett viera a cada uno por ser disimulados.
-¿Por que lo dices?- pregunto Kaia con intriga.
-No lo se...-hizo una pausa.- Varios suicidios en tan poco tiempo, no creo que sea una casualidad.
-Bueno, nosotros no llevamos mucho viviendo aqui.- contesta Kaia.- No te sabria decir si es... raro.
-Ajá... pues no, el tiempo que llevo aquí no hubo nada fuera de lo "normal".- dice metiéndose una palomita en su boca.- Solo desapariciones de personas, más que todos turistas que pasan por aquí.
Y como sabía de las desapariciones, pues la manada eran los responsables de eso, se aprovechan que no conocieran el lugar y los engañaban para llevarlos al bosque después.
Nadie dijo nada, se hizo un ambiente incomodó y tenso, prefirieron seguir viendo la pelicula, Arlette sentia las miradas rápidas que Frey de daba hasta que de la nada se levanto y se fue de la sala.
-¿Qué harás hoy en la noche?- le pregunta para romper el ambiente tenso.
-Nada ¿Por qué?- le responde Kaia.
-¿Quieres ir a una fiesta?- le preguntó mirándola.- Bueno más bien a un bar.
-¿Aquí en Wilson hay un bar?- cuestiona Kaia confundida.
-No.- niega divertida.- Pero conozco uno a las afuera de este aburrido pueblo, ¿Qué dices?
-¡Claro que quiero ir!- chilla de la emoción.- ¿A qué hora?
-A las 8:00 p.m, pero no le vayas a decir a nadie.- le respondió serena levantándose del sofá.- Y llévate algo cómodo, será una noche larga.
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