Arlette Torricelli, una chica hermosa con una sonrisa angelical, con ese par de ojos peculiares grises y una carita inocente, ocultaria un secreto y un pasado que la atormenta desde que era una pequeña niña.
Frey Stein es un chico callado, reservad...
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-¡Arlette Torricelli!- gritan Poe.- ¡Te buscan! Pasa está en la sala...
La castaña se encontraba acostada en el sofá sin ánimos de nada, literalmente, ya que estaba con una cobija que la tapaba desde cuello hasta los pies, sin mencionar que estaba todavía en pijama siendo las cuatro de las tardes.
¿Y por qué?
Luego de verse junto a sus hermanos, desde que llegó a su casa tuvo un bajón super emocional, durante esa misma tarde se encerró en su habitación sollozando y a causa que sentía frustración, rompió el espejo de su armario y unos cuantos objetos más que tenía en su habitación.
Padme le tuvo que inyectar un sedante y la tuvieron vigilada hasta que se quedara dormida. Ya al día siguiente tenía el mismo ánimo, no quería salir de su cuarto, pero lo hizo únicamente para seguir deprimiendose en la sala principal, al menos los chicos se sentían más tranquilos.
-Holisss... Wuau, jamás te había visto en este estado.- dice Kaia al entrar viendo a su mejor amiga entre las cobijas.
-Oh, créeme que esto no es nada.- dice Poe a la par de la pelinegra.
-Verne, déjala en paz.- llega Padme recriminando.- Hola Kaia...- saludo a la mencionada.
-¿Qué le pasa?- cuestiona preocupada.
-Esta en sus días.- miente encogiendose de hombros.- Estos dos días ha estado viendo Harry Potter, sin parar.- hace una mueca.
-Y no olvides que vió también Heartstopper- agrega burlón.- Toda una dramática, se puso a llorar únicamente porque los protagonistas estaban jugando en la nieve.
-Los estoy escuchando ¿saben?- la voz apagada de Arlette sonó por el lugar.
-Lo sé mini pastelito.- se burla el rubio yendo a la cocina.
-Te agradecería si puedes hacer que se levante de allí.- susurra en el oído a Kaia.- Ya intentamos de todo...
-Tranquila, veré que puedo hacer.- Padme le sonríe en forma de agradecimiento y se retira dejando solas a ambas chicas.
Kaia suspiro preocupada y se acerca hacia Arlette, quien la vio de reojo y con su mano medio la saludó dirigiendo su mirada nuevamente en la película.
-¿Cuántas veces las visto?- cuestiona Kaia.
-Perdí la cuenta.- se encoge de hombros.- Y lo seguiré perdiendo, ya que planeó verlas nuevamente.
-Ok, levantate.- ordena Kaia.
-Tal vez mañana.- murmura Arlette. Kaia omitió lo que dijo y jalo la cobija despatandola por completo, la pelinegra fruncio el ceño.
-¿Esa es la sudadera de Frey?- cuestiona.
-Mmm tal vez.- murmura.
-Esta bien, no interesa.- dice jalandola del brazo.- Digo, ya que algún día compartirán saliva y otros fluidos... iuhh.- hace una mueca.- Carajo, no se porque me imaginé eso...
