Capítulo 43

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-Joder... Creí que...- Aleix la abraza.

Arlette entró a la casa desorientada, se encontraba cubierta de sangre por todo su rostro y ropa, pero no le importaba, lo único que quería era verlo.

-¿Estas bien?- cuestiona tomándola de las mejillas.- ¿Estas herida?

-No...- balbucea viendo a los demás.- ¿Dónde esta?- pregunta con un nudo en la garganta. Todos se tensaron en sus lugares viéndose entre ellos preocupados por la reacción que estaba a punto de tener Arlette al enterarse, la castaña estaba tan sumergida en su mente que notó que todos estaban destruidos y con heridas, cortes por rostro como la ropa.- ¿Dónde está Nicolás?- volvió a preguntar.- ¿Él está bien? ¿Está en alguna habitación?

-Arlette...- Aegan la detiene.- Él...

-¿Él...?

Aegan la miro con lástima, suspiro quitándose para que ella misma viera con sus ojos lo que trataba de decirle. Arlette miró la escena sintiendo como todo dentro de ella se desmoronaba, la presión en su pecho se hizo más intensa, por sus mejillas bajaban lágrimas.

-No...- murmuro apretando más el cuchillo en sus manos.- ¡No! ¡Él no está muerto! ¡Es mentira!

Intenta acercarse con el cuchillo alzado pero es detenida por Poe quien la sostuvo fuertemente mientras ella se removia, Aegan le quitó el cuchillo de las manos tirandolo al otro lado de la habitación.

-¡Sueltame! ¡Sueltame maldita sea!- gritaba llorando de enojo y desesperación.- ¡Él no está muerto! ¡Nicolás!

Aegan le hizo una seña a Poe para que la soltara, Arlette se acercó de inmediato tomando el rostro de Nicolás quien sus mejillas se encontraban frías y pálidas, notó que justo en su pecho tenía un disparo haciéndola llorar aún más.

-Despierta amor...- murmura.- Despierta, ¡Dijiste que me ibas a alcanzar! ¡Prometiste que nos íbamos a ir juntos! ¡Nicolás despierta!- le pegó en el pecho.- ¡Eres un mentiroso! ¡Te odio Nicolás! ¡Si no te despiertas, te voy a odiar el resto de mi vida!

Los chicos se alertaron aún más, cuando Arlette se levanta y con su codo rompe un vidrio, fue cuestión de segundos para que la azabache empezará a cortar su antebrazo, pero Adrik la detiene tirandole el vidrio y Padme le inyecta tranquilizante.

-¡Déjenme! ¡Quiero irme con él!- grita mientras era sostenida.- Por favor... Nicolás despierta... cielo, levantate... por favor...- todo se volvió oscuro.

- todo se volvió oscuro

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