Capítulo 18

33 8 2
                                    

(Isel)

Estoy en la habitación con mi prima Mireia hablando de mi novio, Andrés Lorenzo.

- Sigo sin entender por qué sales con él. ¡Es el hijo de Lorenzo!

- Andrés no es como su padre. Me quiere y yo él.

- No te enfades conmigo, pero estoy de acuerdo con el tío Marc. No me gusta.

- Me da igual. Voy a hacer lo que quiera. Puedo cuidarme sola de él.

Mi prima bufa y sale de la habitación. No sé que tienen contra Andrés, pero no es mal chico. Van a tener que aceptarlo.

- Hola cariño.

- Hola mamá –contesto algo triste.

- Otra discusión por Andrés, ¿cierto?

- Sí mamá. Eres la única que me apoya.

- Yo me llevaba fatal con tu padre cuando éramos pequeños y mira ahora. Es cuestión de tiempo.

- Gracias mamá. Eres la mejor.

- ¿Qué te parece si quedas con Andrés y ahora tú y yo vamos a comprarte un nuevo vestido para él?

- No sabes cuánto te quiero.

Ambas nos vamos a vestir para poder ir de compras. Opto por una falda azul con vuelo y una blusa blanca. En el salón me espera mi madre. Está preciosa.

- Mis dos mujeres favoritas. Estáis impresionantes –dice mi padre entrando en la sala.

- Gracias mi amor –mis padres se besan de una forma demasiado apasionada.

- Sigo aquí. ¿Hola?

- Perdón mi niña. Es difícil resistirme a tu madre.

- Bueno, ahora me quedo a mamá un rato. Por la noche es toda tuya.

- Trato hecho cielo.

Nos despedimos de papá y subimos al coche. Ya he llamado a mi novio para quedar esta misma tarde. Necesito algo con lo que dejarlo boquiabierto.

- ¿Qué tienes pensado comprar?

- Creo que prefiero una falda con una blusa. Algo parecido a lo que llevo ahora.

- Entonces vamos a la tienda de Lydia. Allí tiene muchas faldas de tu estilo. Alguna seguro que te gusta.

- ¿Y a qué esperamos?

En la tienda nos atiende Lydia personalmente, es muy amiga de mi madre. Me pruebo casi todas las faldas de la tienda y, al final, me acabo llevando no una, sino cinco.

- ¿Tienes alguna blusa para combinar?

- Claro. Las tienes en aquel perchero de la esquina.

Las blusas son sencillas pero sexys. Perfectas para una cita.

- ¿Todas esas? –pregunta mi madre.

- Va siendo hora de renovar el armario.

- No pongas excusas. Vamos a pagar.

Salimos de la tienda cargadas de bolsas. No solo yo he comprado ropa. Ahora toca ir a una zapatería porque ya que voy a estrenar ropa, ¿por qué no zapatos?

Elijo unas bailarinas de diferentes colores. Ya lo conjuntaré todo en casa.

- Te quedan genial cielo. Pruébate estos zapatos.

- Voy.

Me quedan geniales. Los usaré para salir con Andrés esta tarde. Quiero que mi chico me vea como una princesa.

Una vida en conjunto (EJDP2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora