Capítulo 2

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(Mireia)

Hoy ha llegado a casa el hermano del tío Fabio. Cuando han llegado se ha quedado al lado del tío y no ha dicho nada hasta que Hugo ha venido a jugar con él.

- Papi, ¿a Marco le da vergüenza hablar?

- Un poco. Tiene que conocernos mejor a todos.

- Vale papi.

Me acerco al tío Fabio y a Hugo y me presento a Marco que me sonríe. Le digo que venga a jugar con nosotros, pero el tío se lo lleva para enseñarle su habitación.

Mientras Marco está en su habitación, yo me voy a la cocina donde está la tía Leli con mamá preparando la comida. Las ayudo con los platos hasta que llega Marco y nos vamos al jardín a jugar.

- Nosotras os avisamos para comer. Divertíos -nos despedimos de ellas y vamos a la casa en el árbol que tenemos en el jardín.

- Me gusta mucho esta casa –me dice-. Me gustaría vivir aquí con vosotros.

- Te puedes quedar si quieres. Al tío Fabio le gustaría mucho tenerte aquí.

- Gracias.

- ¿A qué quieres que juguemos? –le pregunto.

- No sé. ¿A qué te gusta jugar a ti?

- Me gusta jugar a ser novios, pero si quieres, jugamos a otra cosa.

Marco me dice que no. Que jugar a ser novios está bien. Así que me ayuda a sacar las cosas y empezamos a jugar.

Me gusta mucho jugar con Marco. Mis primos no me dan besos cuando juegan conmigo y Marco sí lo hace. Jugamos a darnos besos y a tener bebés como nuestros padres.

Marco es muy guapo y muy bueno conmigo. Me gusta mucho jugar con él y no quiero que se vaya a su casa. Voy a decirle al tío que no puede irse.

Cuando nos avisan para ir a comer, Marco me ayuda a bajar del árbol y vamos a la cocina de la mano. Allí todos nos esperan.

- Mira hermanito, Mireia ya tiene novio –le dice el tío Marc a papá riendo.

Papá bromea con los tíos y dice que le gusta Marco como mi novio. Pero Marco no es mi novio. Solo estamos jugando. A veces los mayores no saben que son juegos.

- Papi, que es un juego. Marco es mi amigo –digo, pero todos se ríen.

Yo no entiendo lo que pasa, pero sigo comiendo para poder ir a jugar otra vez. Pero hoy no nos dejan irnos de la mesa pronto porque el tío Fabio tiene una cosa que decir.

- Marco, he hablado con papá y mamá y me han dicho que, si te quieres quedar a vivir aquí, puedes hacerlo.

- ¿De verdad? Me gustaría mucho quedarme. Aquí puedo jugar todos los días.

Al final, el tío dice que Marco se va a quedar y eso me pone muy contenta. Así que, después de ayudar a recoger la mesa, todos nos vamos a la sala de juegos para jugar un poco a la play porque es el único momento en el que nos dejan jugar con ella. Nuestras madres dicen que es para que no estemos todo el día mirando la tele.

- Joel, yo no quiero jugar. ¿Quieres mi turno?

- Primita, eres la mejor –me dice dándome un abrazo.

Yo me voy de la sala y voy a mi habitación para jugar con mis muñecas. Aunque yo no juego igual que mis primas, mis muñecas tienen sus propias motos y hago carreras con ellas. No me gusta jugar como los demás con ellas.

- ¿Puedo pasar? –pregunta Marco desde la puerta.

- Sí. Puedes pasar.

Marco entra en mi habitación y le enseño mis muñecas. Se sorprende de que tengan motos y me dice que a él le gustan más los coches que las motos. Me sorprende porque el tío Fabio pilota con motos, pero a mí también me gustan las carreras de coche. También son divertidas.

Marco yo hacemos carreras con las muñecas hasta que llega papá y nos pregunta si queremos ver una película. En casa, el tío Pol hizo una habitación con una televisión enorme para ver las películas todos juntos.

Los dos le decimos que sí y bajamos con él. En la sala, tenemos que esperar a que llegue el tío Marc que estaba en el taller con una de las motos de la tía. Pero se sienta con los tíos y papá y empezamos a ver la película.

Mientras vemos la peli, Marco me da la mano porque me pongo nerviosa y me da algunos besos para que esté tranquila. Todos están atentos a la película menos papá que nos mira sonriendo. Le gusta que Marco sea mi amigo.

Cuando termina la película, el tío Marc se acerca y nos pregunta si queremos dormir hoy juntos. Papá y el tío Fabio se enfadan con Marc y no lo entendemos, pero nos van a dejar dormir juntos si nosotros queremos.

- Ahora sacamos la cama que hay debajo de la tuya princesa –dice papá.

- Pero la cama es grande papi. Con Isel dormimos en mi cama. ¿Por qué con Marco no?

- Eso. ¿Por qué con Marco no? –pregunta sonriendo el tío Marc y papá se lleva al tío.

Yo me voy con mamá y las tías a las que les contamos lo que ha pasado con el tío Marc y todas se miran y se echan a reír hasta que la tía me dice que es porque papá no quiere que crezca, pero yo sigo sin entender nada.

- ¿Pero soy mayor y no puedo dormir con Marco?

- Tú tranquila mi amor. Yo hablo con papá –nos dice mamá antes de ir a buscar a papá.

Mientras los mayores hacer cosas, nosotros seguimos jugando hasta que, a la hora de la cena, papá nos dice que podemos dormir los dos en mi cama. Eso me pone contenta porque Marco es muy bueno conmigo y me gusta dormir con gente porque podemos hablar y jugar hasta tarde. Aunque sin hacer mucho ruido.

- Fiesta de pijamas –grito supercontenta.

Cuando se hacer tarde, papá nos sube a la habitación a acostarnos. Nos dice que no nos durmamos tarde, pero nosotros nos ponemos a hablar hasta que nos da sueño.

- Me gusta ser tu novio –escucho como me dice Marco.

Una vida en conjunto (EJDP2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora