Capítulo 38

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(Diana)

Estoy en el paraíso y no me lo creo. Hace un par de día que llegamos a Galicia y a todos nos está encantando. Incluso hemos oído algún pensamiento de querer vivir aquí.

- Pero muchos nos paran por la calle para hacerse fotos con nosotros -recuerda Marc cada vez que se propone la idea.

Y no le falta razón. Vivir aquí sería perder la privacidad de la villa o la tranquilidad de pasear por las calles de Mónaco sin que nadie nos pare para pedir una foto o un autógrafo. Además de que los niños tienen sus clases allí y no nos apetece hacerlos cambiar de colegio. Será mejor mantenernos dónde estamos por el bien de nuestras familias.

Los niños disfrutan mucho de cada viaje que hacemos pero, esta vez, los vemos más animados que nunca. Es cierto que Joel e Isel están más acostumbrados a venir con Leli, pero se les ve muy felices. Todos lo achacan a que Gabi es de aquí y ver lo animado que está es muy contagioso, pero creo que hay algo más de fondo.

- Deja de pensar tanto o te va a salir humo por la cabeza -me susurra mi marido.

- Mira que puedes llegar a ser bobo cariño -le contesto.

Seguimos paseando por las calles de Galicia hasta que a Laura se le ocurre que podemos ir a las termas a pasar una tarde relajante lejos de los fans de los chicos. A todos les entusiasma la idea y, por no ir al contrario que el resto, me reservo mi opinión y volvemos al hotel para coger todo lo necesario para pasar la tarde en el balneario.

- ¿Qué te apetece hacer mon amour?

- Ir a las termas.

- Diana, llevamos muchos años casados. A mí no me engañas. ¿Qué te apetece hacer?

- Quiero seguir paseando y haciendo fotos a los paisajes -confieso.

- Espérame aquí.

No me da tiempo a decir nada porque Fabio ya ha salido de la habitación. En lo que vuelve, me meto en el baño para refrescarme porque hace un calor mortal. No he cogido la toalla para secarme cuando mi marido entra en el baño y me dice que no vamos a ir al balneario. Que él y yo vamos a seguir mis planes mientras el resto pasan la tarde a remojo.

(Alex)

Vamos a ser dos menos en el balneario, pero estoy muy feliz por Fabio y Diana. Desde que Val y yo tuvimos nuestra crisis, aprendimos que no podemos descuidarnos y es junto lo que Fabio ha hecho: priorizar a su mujer.

- Mueve el culo hermanito. Que nos vamos sin ti.

- Deja de mirarme tanto el culo o Marc se va a poner celoso.

Veo como mi hermano se gira hacia mí y los tres nos echamos a reír. Marc conoce el tipo de bromas que Leli y yo nos hacemos y sabe que no tiene que preocuparse por nada, pero sigue siendo gracioso. A veces creo que Marc finge algo de celos y me recuerda a cuando esos dos se llevaban tan mal que me incomodaba estar en medio. ¿Quién me iba a decir que acabarían juntos? Dejo mis pensamiento a un lado y sigo a todo el batallón que formamos hasta la salida del hotel.

- Siempre me sorprendo de la cantidad de personas que somos -dice Pol ante todos.

- Pero si somos los mismos de siempre Pol -le contesta Marco abrazando a mi hija con las manos en su abultado vientre.

Las palabras de mi yerno pasan por mi cabeza como si nada porque, cada vez que veo a mi pequeña embarazada no puedo pensar en nada más. Una pequeña vida crece dentro de ella y voy a ser abuelo. Sacudo la cabeza antes de que se den cuenta de que vuelvo a estar en mi mundo y nos ponemos en marcha.

- Aupa tito-me dice Noah agarrándome de la pierna.

- Ven aquí princesita.

Cojo a mi sobrina en brazos y me acerco a mi hermano y a Pol que están hablando de los próximos bebés de la familia. Soy consciente de que es un tema que no puedo evitar, pero estamos de vacaciones y los problemas prefiero dejarlos en casa. Consigo que esos dos dejen el tema de los nietos y nos ponemos a hablar de motos. ¿Somos básicos? Puede, pero es lo que hay.

(Val)

Alex tiene un serio problema con ser abuelo. Odia el tema y sé que le cuesta un poco asumirlo, pero sé que va a adorar al bebé en cuanto lo tenga en brazos. De momento, sigue siendo un tema algo tabú.

- Necesita tiempo. Es normal.

- Lo sé Leli. Pero Mireia y Marco nos necesitan. Si ven dudas, ¿cómo se van a sentir?

- ¿Crees que ellos no se sienten igual? Val, nosotras nos quedamos embarazadas a su edad y por nuestra cabeza pasaban muchas cosas y la mayoría no eran del todo buenas. ¿Necesitan apoyo? Pues claro, pero nadie mejor que nosotras dos las entendemos. Tenemos que liberar el peso sobre Marc y Alex.

La loca de mi amiga tiene razón. Nosotros pasamos por lo mismo y sabemos por lo que están pasando. Sobre todo mi hija, que está con un piloto. Tengo que hablar con Alex del tema cuando encontremos un rato a solas y en el que él no se me vaya a ir corriendo al mencionar el tema.

Desecho todos estos pensamientos y me centro en escuchar a la empleada del balneario que nos va explicando los beneficios de las aguas termales y nos muestra uno de los posibles recorridos que podemos hacer.

Al final de toda la explicación, sin saber como, nuestros hijos mayores desaparecen y nos quedamos con los pequeños de la familia listos para meterse en el agua.

- Tío, el agua no está fría -le dicen Gabi y Dani a mi marido.

- No. Esta agua nunca se enfría.

Los pequeños se sorprenden y Pol y Alex los ayudan a nadar un poco mientras a Marc se le cae la baba con Noah en brazos de Leli.

- Deja de mirar tanto o los niños empezarán a hacer preguntas -le susurro rozándole la entrepierna que se le empieza a despertar.

- No soy al único que le pasa -y me giro para mirar a Alex que sí, está más o menos igual que su hermano.

- Sois incorregibles.

- Y vosotras demasiado guapas.

Me acerco a Leli y Noah se me tira encima para jugar un poco. Es un amor de niña con la que paso más tiempo del que me doy cuenta porque, de lo siguiente que me entero es de que ya nos vamos para el hotel.

- Te queda muy bien la pequeña -me dice Alex cogiéndome por la cintura.

Una vida en conjunto (EJDP2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora