Una vida en conjunto (EJDP2)

Capítulo 47

(Marco)

Este fin de semana Mireia y Eric están en el circuito conmigo. Nuestro pequeño tiene dos añitos y está como loco en el paddock. Le gustan mucho las motos y ver las motos tan grandes que tenemos en los boxes hacen que no quiera entrar en el motorhome.

- Tenemos que ir a la casita del circuito mi amor.

- Motos mami.

Mireia y yo nos reímos y yo cojo al enano y lo llevo un rato a mi garaje. Allí tengo a los mecánicos trabajando en la primera moto.

- Poned al pequeño en la segunda moto. Aún no vamos a trabajar con ella -nos dice Leli.

- Parece que te diviertes.

- Marco, te recuerdo que soy la mujer de Marc Márquez y hemos sido padres mientras éramos pilotos en activo. Sé lo que es tener niños en el circuito.

No nos dice nada más porque se pone a trabajar en mi moto. Todo el equipo está muy concentrado en su trabajo mientras mi niño disfruta como nunca sentado en la otra moto.

- ¡Abuelo! -Alex entra en el box y la sonrisa aparece en su cara cuando ve a su nieto en la moto.

- ¿Te gusta la moto? -Eric asiente-. Cuando seas mayor como papi, te dejamos probar la moto. Pero ahora tienes que dejar que la tía Leli arregle la moto para que papi gane la carrera.

No sabemos cómo lo hace, pero Alex consigue convencer al pequeño y nos lo llevamos al motorhome dónde lo mantenemos entretenido con sus motos de juguete y los dibujos animados.

- ¿Cómo llevas el fin de semana? -me pregunta Xavi entrando.

- Creo que va a ser uno de mis peores fines de semana, pero no estoy tan mal cómo me imaginaba.

- Bueno, es bueno porque has sido capaz de identificar los problemas de la moto y ahora te la están dejando mejor.

- Sí. Solo espero poder subir al podio ya que este fin de semana han venido a verme Mireia y Eric.

- Seguro que sí. Solo he venido a asegurarme de que no estuvieses desanimado por los libres de hoy. Ahora te dejo disfrutar de la familia.

Xavi se va y yo vuelvo al salón donde Eric está encima de Mireia explicándole lo que hacen cada una de sus motos y qué es lo que tiene que hacer para jugar con él.

- ¿Y a papi qué moto le toca? -Eric viene corriendo y me da mi MotoGP en miniatura.

Me siento en el suelo con ellos y empezamos a jugar con las motos haciendo muchas carreras. En algún momento de la tarde, aparecen Alex, Xavi y Leli que ya han terminado su trabajo y nos relajamos en familia mientras el pequeño nos hace reír.

- ¿Hoy duermes conmigo peque? -le pregunta Alex.

- ¿Puedo?

Tanto Mireia como yo le decimos que sí y él se tira en los brazos de su abuelo que está encantado con poder dormir con él. Y no voy a ser yo el que diga que estoy muy contento de poder dormir a solas con Mireia.

- Marco, ya tenemos las dos motos preparadas. Espero que mañana te vaya mucho mejor, pero cualquier cosa que haya que cambiar, nos lo comentas.

- Muchas gracias Leli. ¿Cómo están en casa?

- Bien. Eiden vuelve un poco loco a Marc, pero lo tiene todo bajo control.

Cenamos todos juntos bajo la atenta mirada de algunos periodistas que siguen en el circuito y que intentan que les demos alguna declaración pero, como no lo hacemos, empiezan a grabarnos sin prestar importancia a que con nosotros hay un menor de edad. Leticia, sin decir nada, se levanta y se dirige a ellos.

- ¿Se puede saber qué estáis haciendo? Por si no os habéis dado cuenta, hay un menor de edad en la mesa y la ley lo ampara a que ningún buitre, como vosotros, lo saque en los medios de comunicación. Ya podéis borrar todo lo que habéis grabado o las fotos que habéis sacado porque, aunque pixeleis la cara del pequeño, me encargaré personalmente de arruinar la empresa para la que trabajáis. Y todo el mundo sabe como me la gasto con los medios de comunicación como para que no toméis la advertencia en serio.

Ninguno de los periodistas dice nada y se retiran del lugar dejándonos solos. En cuanto Leticia vuelve a la mesa todos nos quedamos sin saber que decir. El primero en hablar es mi suegro.

- No es la primera vez que te veo así con la prensa, pero sigue impresionándome cada vez que te veo.

- Son de las peores cosas de la sociedad. Hay que ponerlos en su sitio para que no sobrepasen las líneas. Y, la verdad, es que no me preocupa tener que hacerlo yo. Ya lo hice con la violación.

En la villa, el tema de la violación de Leli siempre ha sido un tema que hemos evitado porque la queremos y me ha sorprendido que lo mencionase. Antes de que Alex siga hablando con ella le agradezco que haya defendido a Eric de las cámaras y, después de lo vivido, nos vamos al motorhome para descansar.

El sábado la advertencia de Leli corrió por el resto de medios de comunicación y todos fueron muy correctos con sus preguntas. No recibí ninguna de índole familiar y eso es una gozada porque puedo centrarme en mi trabajo porque sé que Mireia y Eric están a salvo de la prensa.

El domingo todo es una pasada. La moto va como la seda y consigo un segundo puesto que, para el mundial, sabe a victoria. Eric está como loco con el trofeo cuando llego al motorhome.

- Todo tuyo el trofeo peque. Pero ahora ha que recoger para irnos a casa.

Eric, que siempre ha sido muy ordenado, empieza a recoger sus juguetes y meterlos en su mochila mientras nosotros nos ocupamos de la ropa y el resto de cosas que hemos traído para el fin de semana.

- Listos para volver a casa.

En cuanto subimos al jet Eric se queda mirando por la ventanilla y no se separa de ella hasta que ve a Marc esperando con el coche para recogernos.

- ¡Tito Marc! -dice Eric corriendo hasta él.

- Hola peque. ¿Te lo has pasado bien? -el pequeño asiente-. Felicidades por el podio.

- Muchas gracias Marc.

Una vez que llegamos a casa, Mireia y yo nos metemos en nuestra habitación de la que no salimos hasta el día siguiente.