(Pol)
Creo que nunca he estado tan nervioso. Hoy todos estamos en el hospital porque van a nacer los bebés. Nos han reservado una habitación enorme para poder estar todos juntos. A las chicas ya les han inducido el parto y solo nos queda esperar a que los bebés estén listos para salir.
- Tranquila mi amor. Todo va a ir bien -susurro a Lau.
Mi querida mujer lo ha pasado fatal en los dos embarazos. Ya nos dijo el miedica que todos sus embarazos serían así y, aunque tendría un millón de hijos con ella, me mata verla sufrir. Creo que este bebé será el último para nosotros.
- Bueno, ¿ya tenemos nombre para mini Espargaró? -pregunta Marc cuando se acerca.
- Pues si es niño se llamará Paul y si es niña, Laura -le contesto.
- Laura, dame otra sobrina -mi mujer se ríe con el comentario de Marc y él se va para dejarnos "disfrutar" del momento.
Laura esta vez me ha pedido que le pongan la epidural y, si ella lo quiere, no se lo voy a negar. Sus dolores son fuertes y prefiero que no sufra.
- Bueno chicas, traemos la epidural. Ya sabéis que tenéis que estar muy quietas. En cuanto haga efecto, solo os quedará disfrutar del momento -dice la enfermera que acompaña al anestesista.
Cuando se acercan a Laura su cara nos dice que algo no va como debería. Y los dos estamos tan nerviosos que no nos atrevemos a preguntar. Menos mal que no hace falta porque el anestesista nos dice que no le pueden poner la epidural a Laura porque ya es demasiado tarde para ella. Traerían a la matrona y, en minutos, podría empujar.
- ¡LELI! -grita mi mujer sorprendiéndonos a todos.
- Loca. Que estamos en un hospital. No hace falta que grites. Estoy aquí.
- Ya y sin epidural. Me quiero morir.
- Venga Lau. Que tú puedes. Joana necesita a su hermanito o hermanita -dice cuando la miro.
Llega todo el equipo que atenderá el parto y, mientras me coloco cerca de la entrepierna para ver salir al bebé, Leli calma a Lau todo lo que puede. La ayuda todo lo que puede a empujar y, cuando el bebé sale, nos deja a solas.
- Bueno trabajo amiga.
- Una princesita quiere conocer a su mami.
- Hola Laurita -la abraza cuando la dejo en su regazo.
(Fabio)
En cuanto la hija de Pol llora todos sonreímos. Las chicas ya no tenían dolores y ya teníamos un bebé de tres. La mañana no iba mal. Se llevaron a la pequeña y la mamá para comprobar que todo estaba bien y Alex y yo nos miramos pensando quien sería el siguiente.
- ¿Cómo vas cariño?
- Pues no sé. Charlotte creo que no quiere conocerte -bromea.
- Pues yo a ella sí y soy mayor. Petita, hora de salir -digo esto último al vientre de Diana.
Pero la pequeña parece que no me hace caso. Pasan los minutos y nada. Ninguna de las dos está lista para empujar. Marc y Alex dan vueltas por la habitación y Leli intenta que Val no piense en nada. Todo es demasiado lento.
- Mierda.
- ¿Qué pasa Diana?
- Leli, vas a ser tía otra vez.
Salgo corriendo a por los médicos y, cuando llegamos, Leli ya tiene a Diana lista. Así que mi chica puede empezar a empujar. La miro y no la veo nerviosa. Su respiración es calmada y empuja siguiendo el ritmo que le marca el personal del hospital. ¿Por qué me tiemblan a mí las piernas?
- Cálmate francesito. Ni que fueses a parir tú -Marc me masajea los hombros.
- Lo sé pero, ¿y si fuera tu mujer?
- Ya ha tenido mellizos. No puede ir a peor -nos reímos.
Nuestras mujeres nos miran y siguen empujando hasta que Charlotte sale y empieza a llorar a pleno pulmón.
- Tendremos que insonorizar las habitaciones -dice Alex por detrás y razón no le falta.
(Alex)
Charlotte es preciosa y ruidosa. Menudas noches nos esperan con ella. Pero ahora nada de eso me importa porque mi campeón sigue dentro de su madre. Val está agotada de esperar y solo agradezco que ya no tiene dolor. ¿Por qué no dilata?
- Deja de pensar tanto. Empieza a oler a quemado.
- Que graciosa estás hermanita.
- Ya me tocará pasarlo mal a mí en el futuro. De momento, voy a reírme. Pero, en serio, va a empezar a salir humo de tu cabeza. Todo está bien.
Intento hacer caso a Leli, pero no me puedo calmar. Lo peor es que Marc no está mucho mejor que yo.
- ¿Por qué estás nervioso? ¿Me he perdido algo?
- No se te ocurra insinuar nada. Es solo que no quiero que nada le pase a mi sobrino. Es un Márquez.
Sin saber muy bien por qué, nos abrazamos. Es irónico que mantengamos la cabeza fría a 350km/h y no podamos controlar nuestros nervios en la habitación de un hospital.
- ¿Has visto Jordi? Tu padre y tu tío son bobos -Leli es única para arruinar momentos.
- ¡Oye! -decimos al unísono.
- De oye nada -la defiende Val-. Jordi está de acuerdo con su tía y creo que quiere decírselo él mismo.
Otra vez la habitación se llena de gente que no es de la familia y que ayudan a Val a tener el bebé. Mi mujer empuja, Leli la sostiene, yo miro que Jordi venga bien y Marc se asegura de que no me desmaye de la tensión. Vamos, una preciosa estampa familiar.
- Es un niño muy sano -escucho a la doctora cuando me da a mi hijo en brazos.
- Bienvenido Jordi. Te voy a presentar a mamá.
Me pongo al lado de Val y le pongo a nuestro hijo encima. Ella se echa a llorar y lo acaricia. Es tan bonito como ella.
- Que loo vean sus tíos. Seguro que lo están deseando.
Pero Leli y Marc lo rechazan. Saben que es mejor que les hagan las pruebas y, después, comérselo a besos. Porque no dudo que lo van a hacer.
(Marc)
Después de largas horas de espera, todos volvemos a estar reunidos en la misma habitación. Está vez, nuestros hijos mayores también nos están acompañando y disfrutan de los bebés tanto como nosotros.
- Estoy sintiendo un poco de envidia -me confiesa Leli abrazándome.
- Cuando quieras, vamos a por el tercero mi amor.
- Creo que, de momento, a la villa le llega con tres bebés.
Asiento y nos acercamos a la cuna donde están los tres pequeños de la casa y la imagen no puede ser más bonita. Laura y Charlotte a ambos lados de Jordi y los tres muy juntitos durmiendo.
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Una vida en conjunto (EJDP2)
Fanfic¿Qué pasó con los chicos después de "El jefe de papá"? Las familias han crecido y ahora viven todos juntos. Las aventuras no faltan para los chicos y sus mujeres.